Los investigadores descubrieron que la atención médica representa solo el 20 % de influencia en la salud de un niño. Hasta el 80 % de los factores de salud están influenciados por determinantes sociales, las condiciones en las que los niños nacen, aprenden, viven, trabajan, juegan, practican hábitos religiosos y envejecen. El lugar donde los niños viven, trabajan, van a la escuela y socializan, así como las condiciones de estos entornos, desempeñan un papel importante en su salud física y mental. Muchos determinantes sociales son factores que una persona no puede controlar, como la contaminación, la violencia en el vecindario, los espacios verdes comunitarios o la disponibilidad de alimentos saludables.
En Hazel, uno de los componentes clave de nuestra misión consiste en abordar los determinantes sociales de la salud (SDoH). Hazel se fundó sobre la creencia de que la mejor atención médica no solo se ocupa de los problemas de salud física o mental, sino también del contexto social y ambiental que rodea la salud y el bienestar de un niño.
Los determinantes sociales se agrupan en las siguientes 5 áreas:
- Acceso a la educación y su respectiva calidad: la relación entre el acceso de un niño a una educación de calidad y su salud. Por ejemplo, la calidad escolar, el acceso a tutores y consejeros guía, y la seguridad escolar.
- Acceso a la atención médica y su respectiva calidad: la relación entre el acceso de un niño a una atención médica de calidad y su salud. Por ejemplo, la cobertura médica/seguro, el acceso a atención médica preventiva y de cuidados intensivos, y la educación en materia de salud.
- Estabilidad económica: la relación entre la situación económica de un niño y sus resultados de salud. Por ejemplo, la pobreza, los ingresos, el empleo, la estabilidad de la vivienda y la seguridad alimentaria.
- Vecindario y entorno construido: la relación entre el entorno en el que vive un niño y su salud. Por ejemplo, la seguridad del vecindario, el delito y la violencia, la contaminación (del agua, del aire o la contaminación acústica), el transporte, los parques, los alimentos nutritivos y las oportunidades para realizar actividad física.
- Contexto social y comunitario: la relación entre las relaciones de un niño, el contexto social y su salud. Por ejemplo, el encarcelamiento, la discriminación, las condiciones laborales y el acceso a relaciones de apoyo.
Para brindar una atención proactiva que ayude a mejorar los resultados de salud, los proveedores de atención médica deben ser conscientes de los determinantes sociales que afectan a las personas a las que atienden. Deben considerar cómo influyen estos determinantes sociales en la forma en que una persona se relaciona con su salud, así como en sus resultados de salud. Por ejemplo, si un niño y su familia no tienen acceso a una tienda de alimentos saludables, pueden tener más dificultades para mantener una dieta nutritiva, lo que aumenta el riesgo de contraer afecciones de salud como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Es posible que una persona sin acceso al transporte tenga menos posibilidades de acceder a servicios de atención médica. Esto puede dar lugar a un menor grado de educación en materia de salud o a la omisión de diagnósticos.
Cómo abordar los determinantes sociales
En Hazel, entendemos que abordar los determinantes sociales puede ayudar a garantizar el acceso a una atención de alta calidad y a mejorar la salud de los pacientes. Creemos que para que los niños de todo el país obtengan mejores resultados de salud, debemos considerar las condiciones en las que viven y aprenden y, a su vez, tomar medidas para abordar los desafíos de su entorno que contribuyen a los resultados de salud deficiente.
Profundicemos un poco más sobre cada determinante social y examinemos en términos generales cómo se debe considerar cada uno y, específicamente, cómo los aborda Hazel.
Determinante 1: acceso a una educación de calidad
Existe una fuerte asociación entre los resultados de salud y el nivel de educación de una persona. Las personas con acceso a la educación a lo largo de su vida tienen más probabilidades de estar y mantenerse saludables. En todos los grupos raciales y étnicos, es más probable que los adultos con un nivel de educación bajo presenten peores resultados en la salud. Los niños con acceso a una educación de calidad a lo largo de su desarrollo tienen mejores resultados de salud y es más probable que tengan posibilidades de escalar. A su vez, es más probable que en el futuro estos niños accedan a una atención médica consistente y de calidad, encuentren un empleo que pague un salario decente y vivan en un entorno seguro y limpio.
Algunos ejemplos de formas de ayudar a abordar a este determinante social son los programas que asisten a los niños para que les vaya bien (y para que permanezcan) en la escuela y los que ayudan a las familias a pagar las universidades o el apoyo para el aprendizaje. Invertir en la educación puede equivaler a invertir en la salud, y viceversa.
De qué manera ayuda Hazel
Después de tener una visita de Hazel en la escuela, el 90 % de los estudiantes pueden regresar a clase en lugar de ser enviados a casa. Esto ahorra un promedio de 3 horas de enseñanza, y ayuda a disminuir el ausentismo crónico y a aprovechar al máximo el aprendizaje y el tiempo dentro del aula. Hazel también comparte recursos y consejos de salud con los estudiantes y las familias porque sabemos que contar con la información de salud adecuada es esencial para gozar de buena salud.