Cada año, en el Día Mundial de la Salud Mental, se nos recuerda una simple verdad: la salud mental es salud. En toda nuestra nación y por todo el mundo, esa verdad tiene una importancia urgente, sobre todo para los niños y jóvenes adultos.
Los datos han sido claros durante años. La pandemia no fue la causa de la crisis de salud mental juvenil, pero fue el punto de inflexión tangible que la puso en evidencia y la volvió imposible de ignorar. Al menos uno de cada cinco jóvenes en los EE. UU. experimenta un problema de salud mental. Sin embargo, menos de la mitad recibe la atención que necesita. La mitad de todas las afecciones de salud mental comienzan antes de los 14 años, y casi tres cuartas partes, antes de los 25 años. El costo global de los problemas de salud mental de los jóvenes ahora supera los 350 mil millones de dólares al año.
Lo más importante es que detrás de cada una de esas estadísticas hay un hijo, hermano, primo, nieto y, en muchos casos, un estudiante: una historia que se desarrolla indiscriminadamente en hogares y escuelas de todo el mundo, agobiados por la ansiedad, la depresión o el trauma que con demasiada frecuencia pasan inadvertidos.
En Hazel Health, siempre hemos creído que el camino que se debe seguir comienza con los sistemas que ya existen en todas las comunidades —escuelas, familias, proveedores— y en replantear juntos cómo y dónde se brinda la atención. Durante mucho tiempo, el acceso a la atención ha dependido de la geografía, el seguro o los medios económicos. Nuestra misión ha sido y siempre será derribar esas barreras brindando atención centrada en la escuela, acercándonos a los estudiantes y a sus familias justo donde están, en un entorno de confianza. Hazel nunca fue diseñada para ser una solución mágica. Fuimos creados para complementar y fortalecer —no para reemplazar— los apoyos existentes de cada comunidad para los niños.
Como exmaestra de estudios sociales de secundaria, administradora escolar, superintendente asistente y, durante los últimos doce años, madre de tres hijos, he visto personalmente cómo las escuelas son el pilar de cada comunidad. Esa perspectiva moldeó mi creencia de que las escuelas son el lugar más poderoso para llegar a los niños y la clave para construir un sistema donde la atención médica pediátrica sea accesible para todos. Nuestro objetivo no es hacer que las escuelas sean responsables de proporcionar necesariamente atención, sino de colaborar con ellas para que las familias puedan acceder más fácilmente a los servicios de sus proveedores y planes de salud.
Esta base de colaboración potencia nuestra capacidad para proporcionar acceso inmediato a evaluaciones de salud mental de alta calidad, terapia a corto plazo y atención coordinada que conecta a las familias, las escuelas y los sistemas de salud. Con cada sesión, cada conexión y cada momento decisivo, estamos ayudando a los estudiantes a estar más presentes, comprometidos y listos para aprender en la escuela.
Hazel ha crecido enormemente desde los cinco años que he estado aquí. Gracias al impulso de nuestra misión de garantizar que cada niño tenga acceso a una atención de alta calidad, Hazel ha proporcionado casi un millón de sesiones de servicios de salud mental y física para niños en 19 estados y 6200 escuelas. No podría estar más orgullosa de lo que hemos logrado.
No podemos conformarnos ante cualquier desafío sistémico complejo; debemos seguir perfeccionando e innovando para satisfacer las continuas demandas que plantea nuestra magnitud. Por lo tanto, nos encontramos en un punto de inflexión en el que estamos redoblando nuestras inversiones en tecnología, en procesos más sólidos y en equipos con nuevas áreas de especialización, acordes con el nivel de crecimiento e impacto al que aspiramos. Para poder realizar esas inversiones necesarias y construir un modelo de atención más sostenible y escalable, este otoño nos reorganizamos para permitirnos avanzar rápidamente y satisfacer las necesidades cada vez mayores de las escuelas, los estudiantes y las familias. Estas inversiones nos permitirán expandir muy pronto los servicios que ofrecemos, al satisfacer las necesidades que nuestros socios vienen planteando desde hace años, como la detección temprana y una coordinación de la atención más sólida, servicios de psiquiatría, atención para padres, docentes y personal escolar, entre otros.
De cara al futuro, identificando que nosotros como nación, y Hazel Health como socio, estamos en las primeras etapas de la lucha contra esta crisis de salud mental juvenil que define a una generación, nos enfocamos en preparar a Hazel para ofrecer más atención a más niños y familias, y para asociarnos con más escuelas en todo el país, con mayor agilidad e innovación, sobre una base de profunda fortaleza y estabilidad organizacional.
Por ello hoy, en el Día Mundial de la Salud Mental, estamos redoblando nuestro compromiso de priorizar el acceso a una atención de alta calidad y basada en evidencia para todos los estudiantes, de trabajar estrechamente con nuestra increíble red de socios, y de reforzar y expandir los servicios que brindamos a los jóvenes a través de la colaboración, la innovación y el propósito compartido en los años venideros. ¡No puedo esperar para compartir con todo el mundo los planes sobre los servicios y las soluciones que lanzaremos en 2026!
Los desafíos que enfrentan nuestras comunidades son reales. Me siento muy afortunada de tener la oportunidad de construir modelos que cierren las brechas que aún enfrentan varias familias, además de que es un privilegio increíble. Después de haber trabajado con escuelas y gobiernos dentro y fuera del país, puedo afirmar que enfrentamos los mismos desafíos. Nuestras soluciones también deben ser compartidas. El acceso a la atención nunca debería depender de la suerte, el privilegio o la geografía.
Hoy es un recordatorio de que la salud mental debe estar presente en el centro de cada conversación sobre el éxito de los estudiantes. Es un llamado a los educadores, clínicos, familias y legisladores para que actúen con urgencia, compasión e innovación. Cada vez estoy más decidida y optimista de que, con miles de colegas y socios, continuaremos trabajando juntos todos los días para lograr un mundo en el que cada niño merezca ser visto, escuchado y atendido.

