Las personas atraviesan muchos acontecimientos importantes de su vida durante la adolescencia. En esta etapa de cambios rápidos, los adolescentes aprenden a lidiar con las presiones de la vida. En la adolescencia hay cambios físicos, mentales y emocionales.
Los acontecimientos de la vida pueden desencadenar estrés, sobre todo aquellos no deseados e imprevistos, como la pérdida de un ser querido, los desastres naturales o el divorcio, que pueden afectar a la salud mental de su hijo. Incluso los cambios previstos, como la graduación, la asistencia a una nueva escuela o el comienzo de un nuevo trabajo, pueden contribuir a generar sentimientos de ansiedad. Es normal que el cambio afecte la salud mental de su hijo adolescente, pero necesita tener un sistema de apoyo y personas con las que puedan hablar. El estrés excesivo o crónico puede perjudicar el bienestar mental, emocional y físico de un adolescente.
Puede ayudar a su hijo a superar los acontecimientos importantes de su vida. Puede ayudarlo a saber cómo gestionar sus emociones cuando la vida cambia. Siga estos consejos para actuar como un sistema de apoyo para su hijo.
Acontecimientos de la vida de los adolescentes: físicos, familiares y emocionales
Acontecimientos de la vida a nivel físico
- Pubertad
- Enfermedad o lesión inesperada
- Exploración de su sexualidad
Acontecimientos de la vida a nivel familiar y de pareja
- Divorcio o nuevo matrimonio de los padres
- Muerte o pérdida de un ser querido
- Pérdida de una mascota
- Hermano nuevo
- Relaciones románticas
Acontecimientos de la vida a nivel emocional
- Solicitud de ingreso a la universidad
- Mudanza
- Graduación
- Conseguir un primer empleo
- Aprender a conducir
- Asistir a una nueva escuela
- Ser víctima de acoso
- Sentir presión de grupo
A medida que su hijo adolescente atraviese acontecimientos clave de su vida, necesitará su apoyo. Buscará que lo ayude a manejar sus sentimientos y a adaptarse al cambio. También puede buscar en usted estrategias y habilidades para afrontarlo. Usted puede ayudarlo a desarrollar habilidades o coraje, flexibilidad, resiliencia y compasión, habilidades que le servirán a lo largo de su vida.
Estrategias para apoyar a su hijo adolescente
Anime a su hijo a hablar sobre lo que siente y deje que dirija la conversación
Tómese el tiempo necesario para responder a sus preguntas y preocupaciones, y no haga varias cosas a la vez. Ponga toda su atención en su hijo, y reconozca y valide sus sentimientos. Pregúntele si quiere un consejo o simplemente que lo escuche. A veces, los adolescentes solo quieren empatía y comprensión, no soluciones. Hable de las emociones negativas para ayudar a su hijo a procesar y aceptar los acontecimientos adversos de su vida o los que lo han hecho sentirse mal.
Cree un espacio seguro, libre de juicios
Recuérdele a su hijo que los cambios son una parte importante de la vida, tanto los grandes como los pequeños. Habrá cambios durante su crecimiento y estará mejor preparado para afrontar los acontecimientos importantes de la vida a medida que madure. Puede que su hijo sea joven, pero eso no significa que sus sentimientos sean menos importantes. No desestime sus sentimientos por ser joven, escuche atentamente y valide sus palabras.
Recuérdele lo que puede controlar y lo que no
Reconforte a su hijo y dígale que no siempre estará indefenso ante los acontecimientos importantes de la vida. Hay cosas que puede controlar. Por ejemplo, su hijo puede controlar lo mucho que se esfuerza, cuánto estudia, cómo trata a los demás, sus objetivos, con quién pasa el tiempo, cuánto tiempo pasa en las redes sociales y cómo reacciona ante las situaciones. Ayude a su hijo a ver las cosas a largo plazo y a ver el panorama completo.
Ayúdelo a establecer una rutina
La constancia y la estabilidad beneficiarán a su hijo. La estructura beneficia a los niños y adolescentes de todas las edades, ya que crea una sensación de seguridad y previsibilidad. Con una rutina constante, es más fácil sobrellevar los acontecimientos importantes de la vida. Ayude a su hijo a comer bien, a priorizar el sueño, a hacer ejercicio y a relajarse.
Asegúrese de que encuentre tiempo para realizar las actividades que le gustan y que lo ayudan a desestresarse. Ciertas actividades como el arte, el deporte, la lectura y la música pueden ayudar a su hijo a calmarse y servir como mecanismos de afrontamiento cuando atraviesan un cambio estresante.
Recuérdele que las plataformas de redes sociales como TikTok, Instagram y Twitch pueden afectar negativamente su salud mental. Las redes sociales contribuyen a una "cultura de comparación", que puede afectar de forma negativa a la imagen de uno mismo, sobre todo mientras se constituye la propia identidad. Recuérdele a su hijo constantemente que no debe compararse con los demás, y que debe reconocer sus propias fortalezas y cultivar una actitud de agradecimiento por quien es.
El uso de las redes sociales también puede afectar la capacidad de su hijo para conciliar el sueño, ya sea porque está conectado hasta tarde o porque la pantalla dificulta la calidad del sueño. Ayude a su hijo a desconectarse de todas las pantallas antes de acostarse fomentando otras actividades, como leer o escuchar música.
Sepa cuándo buscar ayuda de un profesional de salud mental
A veces, el peso del mundo y el peso de los acontecimientos importantes de la vida es demasiado pesado. En esos casos, su hijo puede necesitar apoyo adicional de un profesional de salud mental. Saber cuándo ayudar a su hijo a buscar apoyo adicional es tan importante como apoyarlo usted mismo.
Los cambios son una oportunidad para aprender mecanismos de afrontamiento
Los acontecimientos importantes de la vida facilitan el crecimiento de su hijo. Crecerá y aprenderá de cada acontecimiento y cambio. Estará mejor preparado para afrontar todo lo que la vida le depare y aprenderá a expresarse efectivamente. Los cambios son oportunidades para que su hijo aprenda a desarrollar mecanismos de afrontamiento que le servirán durante toda su vida.
A medida que su hijo atraviese cambios significativos, es probable que necesite su apoyo y orientación. Anime a su hijo a expresar sus sentimientos de forma saludable y recuérdele que manejar los cambios requiere de práctica.