La competencia cultural se refiere a la capacidad de brindar atención a pacientes con valores, creencias y comportamientos diversos, lo que incluye la adaptación de la atención médica para satisfacer las necesidades sociales, culturales y lingüísticas de los pacientes. Un proveedor con competencia cultural comprende, valora y respeta el origen cultural de sus pacientes. Contar con esta competencia es más que ser consciente de las diferencias culturales; es la capacidad de entender a personas de diferentes culturas y de comunicarse e interactuar sin inconvenientes con ellas.
La importancia de la competencia cultural
Al momento de prestar atención médica, practicar la competencia cultural implica adaptar la atención a las necesidades sociales, culturales y lingüísticas del paciente. El origen cultural de una persona (o de su familia) repercute en sus creencias sobre la salud, en las prácticas de tratamientos y de curación y en la forma en que perciben y usan el sistema de atención médica. Cuando los proveedores médicos conocen estas creencias, valores, tradiciones y prácticas, es más probable que logren que el paciente cumpla el tratamiento y transmitan confianza, lo cual genera mayor satisfacción por parte del paciente, mejores resultados de salud y menos desigualdades sanitarias.
De acuerdo con los CDC, los principios de la competencia cultural incluyen lo siguiente:
- Definir la cultura en sentido amplio
- Valorar las creencias culturales de los clientes
- Reconocer la complejidad de la interpretación del lenguaje
- Facilitar el aprendizaje entre proveedores y comunidades
- Involucrar a la comunidad en la definición y el tratamiento de las necesidades con respecto al servicio
- Colaborar con otras agencias
- Profesionalizar la contratación y la capacitación del personal
- Institucionalizar la competencia cultural
En Estados Unidos, el porcentaje de pacientes de color que señalan que pertenecen a la misma raza que sus proveedores de atención médica es menor que el de los pacientes blancos. El 22.2 % de los adultos negros indica que pertenecen a la misma raza que su proveedor de atención médica, en comparación con el 73.8 % de los adultos blancos. Además, menos de uno de cada cuatro adultos hispanos/latinos, o el 23.1 %, informa que comparte antecedentes raciales, étnicos o lingüísticos con su proveedor habitual de atención médica.
Según las investigaciones, los pacientes prefieren proveedores que comprendan sus necesidades singulares;en un estudio de la Universidad de Stanford, se observó que los hombres negros tenían más probabilidades de hablar sobre sus síntomas y preocupaciones con un médico negro. En otro estudio, se descubrió que los hispanos de Estados Unidos a menudo retrasan la visita al médico porque no saben cómo usar el sistema de atención médica.
Estas disparidades tienen implicaciones negativas en los resultados de salud de los pacientes y en las relaciones entre pacientes y proveedores. Para reducirlas, los proveedores deben considerar los antecedentes sociales y culturales de sus pacientes y hacer especial hincapié en comprender la cultura única de cada persona y en cómo dicha cultura contribuye a la forma en que la persona experimenta la atención médica.
“Cuando nos enfermamos, estamos en nuestro estado más vulnerable. Es fundamental poder comunicarnos con alguien que se parezca a nosotros, que hable como nosotros y nos entienda”. - Marie-Claire Timothee, asociada médica de Hazel Health
Durante la atención pediátrica, la competencia cultural marca la diferencia. Es beneficioso que los niños puedan tener acceso a proveedores que luzcan y hablen como ellos y que compartan valores similares a los suyos. Un proveedor con competencia cultural logra que el niño se sienta más cómodo y que sienta la confianza para compartir sus sentimientos y síntomas y, además, hace que la familia se sienta más cómoda a la hora de buscar atención médica.
Cómo influye la competencia cultural en los resultados de salud
La atención intercultural es una herramienta poderosa que los proveedores pueden usar para garantizar que todos los pacientes reciban la atención que merecen. Practicar la atención intercultural en la atención médica puede generar lo siguiente:
- Mayor seguridad y compromiso de los pacientes
- Menos disparidades en la atención
- Mejores resultados de salud
- Experiencia más enriquecedeora por parte del paciente
La competencia cultural rompe barreras y permite mejorar la comunicación entre proveedores y pacientes. Para perfeccionar su competencia cultural, los proveedores de atención médica deben considerar ofrecer servicios de interpretación, contratar personal perteneciente a minorías y ofrecer capacitación sobre competencia cultural.
La falta de competencia cultural puede afectar de forma significativa la capacidad de un proveedor para atender a sus pacientes de manera efectiva. Ya sea que exista una barrera lingüística o cultural, los profesionales médicos deben tomar medidas para fortalecer su competencia cultural y enfatizar este componente esencial de la prestación efectiva de atención médica.
Un proveedor con competencia cultural posee lo siguiente:
- Conocimiento de su propia cultura (es difícil entender la cultura de otro si uno no conoce la suya)
- Predisposición y deseo de aprender sobre la cultura y cosmovisión de los demás
- Actitud positiva e inclusiva respecto de las diferencias culturales y voluntad para respetar esas diferencias y esforzarse para comprenderlas
Competencia cultural en Hazel Health
En Hazel, creemos que cada niño merece que le presten atención, lo escuchen y le brinden cuidados. También sabemos que para lograr el objetivo de ofrecer una atención igualitaria, nuestros proveedores deben representar a las comunidades a las que prestan servicios y comprenderlas. Nuestro equipo de atención está conformado por diversos proveedores de salud mental y física que son expertos en las necesidades de niños y adolescentes.
Más del 50 % de los proveedores de Hazel se identifican como BIPOC (personas negras, indígenas y de color), y más del 40 % de los proveedores de Hazel son bilingües. Los proveedores de Hazel hablan más de 15 idiomas, lo que mejora la comunicación entre el niño y su proveedor de Hazel y garantiza que no haya malentendidos debido a las barreras lingüísticas.