6 consejos para ayudar a su hijo a superar la ansiedad ante los exámenes

Estos son los 6 pasos que puede seguir para ayudar a su hijo a enfrentar su preocupación y ansiedad en torno ante los exámenes.
4 minutos
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Actualizado
Publicado el
5 de abril de 2022

Los niños de todas las edades se ponen nerviosos a la hora de los exámenes. Para algunos niños, los exámenes ocasionan sentimientos de estrés y ansiedad. Algunos pueden tener síntomas físicos de estrés, como dolores de estómago, náuseas o dolores de cabeza, mientras que otros se ven fatigados, nerviosos o con pánico.

Ansiedad por los exámenes: la ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad por el desempeño, una sensación que una persona puede experimentar en una situación en la que su desempeño es de suma importancia o cuando existe una gran presión de hacer algo bien. Un niño con ansiedad por los exámenes se preocupa por la posibilidad de tener un mal desempeño, a veces hasta el punto de temer ir a la escuela el día del examen.

Solemos pensar en la ansiedad por los exámenes como algo que solo les sucede a los adolescentes, pero, en realidad, los niños de todas las edades pueden experimentar los desafíos de la ansiedad por los exámenes.

Estos son los 6 pasos que puede seguir para ayudar a su hijo a enfrentar su preocupación y ansiedad en torno ante los exámenes:

1. Haga preguntas

Hable con su hijo e intente comprender sus preocupaciones e inquietudes. A veces, cuando los niños hablan sobre sus preocupaciones en voz alta, esto los ayuda a trabajarlas. Haga preguntas como: “¿cómo te sientes cuando ves el examen por primera vez?”, “¿cuál es tu mayor preocupación sobre el examen?”, “¿cómo puedo ayudarte a prepararte?”

Este tipo de preguntas lo ayudarán a comprender por qué su hijo está ansioso por el examen y ayudarán a su hijo a identificar qué es lo que le está generando ansiedad.

2. Enseñe y practique técnicas de relajación

Practique las técnicas de atención plena para ayudar a su hijo a encontrar algunas técnicas de referencia que le ayuden a relajarse. Con los niños pequeños, puede practicar ejercicios de visualización. Pídale a su hijo que cierre los ojos y piense en un lugar donde se sienta feliz y relajado. Incentive a su hijo a compartir detalles sobre el lugar que imaginó, incluidas las vistas, los sonidos y los olores. Mientras su hijo habla al respecto, dígale que respire profundamente. Cuando su hijo se sienta estresado por los exámenes, recuérdele que cierre los ojos y visualice el lugar que lo tranquiliza y le da “felicidad”.

Con los niños más grandes y los adolescentes, practique ejercicios de respiración. Considere la posibilidad de practicar la respiración cuadrada o ejercicios de meditación. Estas estrategias ayudarán a su hijo a alcanzar una sensación de calma y a desarrollar habilidades para tranquilizarse. Recuérdele que puede recurrir a estas nuevas habilidades cuando sienta ansiedad el día del examen.

3. Ayude a su hijo a prepararse

Si su hijo debe estudiar para el examen, ayúdelo a crear un horario de estudio; estudiar en distintos momentos ayudará a que la tarea sea más manejable y menos abrumadora. Estudiar en partes, con el tiempo, también ayudará a su hijo a retener más información. Recuérdele que se tome descansos, salga, descanse o pase tiempo con un amigo o una mascota que lo haga sentir feliz y relajado.

Ayude a su hijo a encontrar un método de estudio que funcione para él. A algunos niños les gustan las tarjetas didácticas, mientras que a otros les sirve escribir notas o hablar acerca del material. Si tiene dudas sobre qué podría funcionar para su hijo, pídale ideas al maestro en función de su experiencia con él.

4. Enfóquese en lo positivo

Brinde elogios honestos y específicos y recuérdele a su hijo que se puede tener éxito más allá del resultado del examen. Prepararse bien ya es una victoria. Observe las cosas que su hijo ya está haciendo bien y asegúrese de alentarlo. Trate de evitar los recordatorios constantes sobre las consecuencias de una mala calificación en un examen.

Recuérdele a su hijo que hizo todo lo que estuvo a su alcance y que lo más importante es que haga todo lo posible y dé lo mejor de sí mismo.

5. Refuerce los hábitos saludables y ayude a su hijo a sentirse bien el día del examen

Fomente la alimentación saludable, los buenos hábitos de sueño y la actividad física diaria. No los reserve solo para el día del examen: ¡ayude a su hijo a practicar hábitos saludables durante todo el año!

Antes del día del examen, asegúrese de que su hijo haya descansado lo suficiente. Tenga en cuenta el tiempo frente a la pantalla y trate de evitar que los niños más grandes se queden estudiando hasta altas horas de la noche. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos necesarios y prepare un desayuno rico en proteínas, como huevos, arroz y frijoles, frutos secos, yogur, queso cottage o avena.

6. Haga preguntas después del examen

Después del examen, pregúntele a su hijo cómo cree que le fue. Haga preguntas como: “¿sentiste que estabas preparado?”, “¿cómo te sentiste mientras hacías el examen?” o “¿cómo te sientes ahora?”.  Recuérdele a su hijo que se preparó e hizo lo mejor que pudo y que el examen ya terminó.

Si su hijo siente que no le fue bien en el examen, recuérdele que es normal que las cosas no salgan como uno espera y tómese un momento para recordarle que los errores y desafíos los ayudarán a aprender y a ser más fuerte. Normalice los comentarios positivos y constructivos.

Tenga en cuenta estas estrategias para ayudar a su hijo a superar sus preocupaciones y ansiedades en torno a la hora de los exámenes.

Los niños de todas las edades se ponen nerviosos a la hora de los exámenes. Para algunos niños, los exámenes ocasionan sentimientos de estrés y ansiedad. Algunos pueden tener síntomas físicos de estrés, como dolores de estómago, náuseas o dolores de cabeza, mientras que otros se ven fatigados, nerviosos o con pánico.

Ansiedad por los exámenes: la ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad por el desempeño, una sensación que una persona puede experimentar en una situación en la que su desempeño es de suma importancia o cuando existe una gran presión de hacer algo bien. Un niño con ansiedad por los exámenes se preocupa por la posibilidad de tener un mal desempeño, a veces hasta el punto de temer ir a la escuela el día del examen.

Solemos pensar en la ansiedad por los exámenes como algo que solo les sucede a los adolescentes, pero, en realidad, los niños de todas las edades pueden experimentar los desafíos de la ansiedad por los exámenes.

Estos son los 6 pasos que puede seguir para ayudar a su hijo a enfrentar su preocupación y ansiedad en torno ante los exámenes:

1. Haga preguntas

Hable con su hijo e intente comprender sus preocupaciones e inquietudes. A veces, cuando los niños hablan sobre sus preocupaciones en voz alta, esto los ayuda a trabajarlas. Haga preguntas como: “¿cómo te sientes cuando ves el examen por primera vez?”, “¿cuál es tu mayor preocupación sobre el examen?”, “¿cómo puedo ayudarte a prepararte?”

Este tipo de preguntas lo ayudarán a comprender por qué su hijo está ansioso por el examen y ayudarán a su hijo a identificar qué es lo que le está generando ansiedad.

2. Enseñe y practique técnicas de relajación

Practique las técnicas de atención plena para ayudar a su hijo a encontrar algunas técnicas de referencia que le ayuden a relajarse. Con los niños pequeños, puede practicar ejercicios de visualización. Pídale a su hijo que cierre los ojos y piense en un lugar donde se sienta feliz y relajado. Incentive a su hijo a compartir detalles sobre el lugar que imaginó, incluidas las vistas, los sonidos y los olores. Mientras su hijo habla al respecto, dígale que respire profundamente. Cuando su hijo se sienta estresado por los exámenes, recuérdele que cierre los ojos y visualice el lugar que lo tranquiliza y le da “felicidad”.

Con los niños más grandes y los adolescentes, practique ejercicios de respiración. Considere la posibilidad de practicar la respiración cuadrada o ejercicios de meditación. Estas estrategias ayudarán a su hijo a alcanzar una sensación de calma y a desarrollar habilidades para tranquilizarse. Recuérdele que puede recurrir a estas nuevas habilidades cuando sienta ansiedad el día del examen.

3. Ayude a su hijo a prepararse

Si su hijo debe estudiar para el examen, ayúdelo a crear un horario de estudio; estudiar en distintos momentos ayudará a que la tarea sea más manejable y menos abrumadora. Estudiar en partes, con el tiempo, también ayudará a su hijo a retener más información. Recuérdele que se tome descansos, salga, descanse o pase tiempo con un amigo o una mascota que lo haga sentir feliz y relajado.

Ayude a su hijo a encontrar un método de estudio que funcione para él. A algunos niños les gustan las tarjetas didácticas, mientras que a otros les sirve escribir notas o hablar acerca del material. Si tiene dudas sobre qué podría funcionar para su hijo, pídale ideas al maestro en función de su experiencia con él.

4. Enfóquese en lo positivo

Brinde elogios honestos y específicos y recuérdele a su hijo que se puede tener éxito más allá del resultado del examen. Prepararse bien ya es una victoria. Observe las cosas que su hijo ya está haciendo bien y asegúrese de alentarlo. Trate de evitar los recordatorios constantes sobre las consecuencias de una mala calificación en un examen.

Recuérdele a su hijo que hizo todo lo que estuvo a su alcance y que lo más importante es que haga todo lo posible y dé lo mejor de sí mismo.

5. Refuerce los hábitos saludables y ayude a su hijo a sentirse bien el día del examen

Fomente la alimentación saludable, los buenos hábitos de sueño y la actividad física diaria. No los reserve solo para el día del examen: ¡ayude a su hijo a practicar hábitos saludables durante todo el año!

Antes del día del examen, asegúrese de que su hijo haya descansado lo suficiente. Tenga en cuenta el tiempo frente a la pantalla y trate de evitar que los niños más grandes se queden estudiando hasta altas horas de la noche. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos necesarios y prepare un desayuno rico en proteínas, como huevos, arroz y frijoles, frutos secos, yogur, queso cottage o avena.

6. Haga preguntas después del examen

Después del examen, pregúntele a su hijo cómo cree que le fue. Haga preguntas como: “¿sentiste que estabas preparado?”, “¿cómo te sentiste mientras hacías el examen?” o “¿cómo te sientes ahora?”.  Recuérdele a su hijo que se preparó e hizo lo mejor que pudo y que el examen ya terminó.

Si su hijo siente que no le fue bien en el examen, recuérdele que es normal que las cosas no salgan como uno espera y tómese un momento para recordarle que los errores y desafíos los ayudarán a aprender y a ser más fuerte. Normalice los comentarios positivos y constructivos.

Tenga en cuenta estas estrategias para ayudar a su hijo a superar sus preocupaciones y ansiedades en torno a la hora de los exámenes.

Los niños de todas las edades se ponen nerviosos a la hora de los exámenes. Para algunos niños, los exámenes ocasionan sentimientos de estrés y ansiedad. Algunos pueden tener síntomas físicos de estrés, como dolores de estómago, náuseas o dolores de cabeza, mientras que otros se ven fatigados, nerviosos o con pánico.

Ansiedad por los exámenes: la ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad por el desempeño, una sensación que una persona puede experimentar en una situación en la que su desempeño es de suma importancia o cuando existe una gran presión de hacer algo bien. Un niño con ansiedad por los exámenes se preocupa por la posibilidad de tener un mal desempeño, a veces hasta el punto de temer ir a la escuela el día del examen.

Solemos pensar en la ansiedad por los exámenes como algo que solo les sucede a los adolescentes, pero, en realidad, los niños de todas las edades pueden experimentar los desafíos de la ansiedad por los exámenes.

Estos son los 6 pasos que puede seguir para ayudar a su hijo a enfrentar su preocupación y ansiedad en torno ante los exámenes:

1. Haga preguntas

Hable con su hijo e intente comprender sus preocupaciones e inquietudes. A veces, cuando los niños hablan sobre sus preocupaciones en voz alta, esto los ayuda a trabajarlas. Haga preguntas como: “¿cómo te sientes cuando ves el examen por primera vez?”, “¿cuál es tu mayor preocupación sobre el examen?”, “¿cómo puedo ayudarte a prepararte?”

Este tipo de preguntas lo ayudarán a comprender por qué su hijo está ansioso por el examen y ayudarán a su hijo a identificar qué es lo que le está generando ansiedad.

2. Enseñe y practique técnicas de relajación

Practique las técnicas de atención plena para ayudar a su hijo a encontrar algunas técnicas de referencia que le ayuden a relajarse. Con los niños pequeños, puede practicar ejercicios de visualización. Pídale a su hijo que cierre los ojos y piense en un lugar donde se sienta feliz y relajado. Incentive a su hijo a compartir detalles sobre el lugar que imaginó, incluidas las vistas, los sonidos y los olores. Mientras su hijo habla al respecto, dígale que respire profundamente. Cuando su hijo se sienta estresado por los exámenes, recuérdele que cierre los ojos y visualice el lugar que lo tranquiliza y le da “felicidad”.

Con los niños más grandes y los adolescentes, practique ejercicios de respiración. Considere la posibilidad de practicar la respiración cuadrada o ejercicios de meditación. Estas estrategias ayudarán a su hijo a alcanzar una sensación de calma y a desarrollar habilidades para tranquilizarse. Recuérdele que puede recurrir a estas nuevas habilidades cuando sienta ansiedad el día del examen.

3. Ayude a su hijo a prepararse

Si su hijo debe estudiar para el examen, ayúdelo a crear un horario de estudio; estudiar en distintos momentos ayudará a que la tarea sea más manejable y menos abrumadora. Estudiar en partes, con el tiempo, también ayudará a su hijo a retener más información. Recuérdele que se tome descansos, salga, descanse o pase tiempo con un amigo o una mascota que lo haga sentir feliz y relajado.

Ayude a su hijo a encontrar un método de estudio que funcione para él. A algunos niños les gustan las tarjetas didácticas, mientras que a otros les sirve escribir notas o hablar acerca del material. Si tiene dudas sobre qué podría funcionar para su hijo, pídale ideas al maestro en función de su experiencia con él.

4. Enfóquese en lo positivo

Brinde elogios honestos y específicos y recuérdele a su hijo que se puede tener éxito más allá del resultado del examen. Prepararse bien ya es una victoria. Observe las cosas que su hijo ya está haciendo bien y asegúrese de alentarlo. Trate de evitar los recordatorios constantes sobre las consecuencias de una mala calificación en un examen.

Recuérdele a su hijo que hizo todo lo que estuvo a su alcance y que lo más importante es que haga todo lo posible y dé lo mejor de sí mismo.

5. Refuerce los hábitos saludables y ayude a su hijo a sentirse bien el día del examen

Fomente la alimentación saludable, los buenos hábitos de sueño y la actividad física diaria. No los reserve solo para el día del examen: ¡ayude a su hijo a practicar hábitos saludables durante todo el año!

Antes del día del examen, asegúrese de que su hijo haya descansado lo suficiente. Tenga en cuenta el tiempo frente a la pantalla y trate de evitar que los niños más grandes se queden estudiando hasta altas horas de la noche. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos necesarios y prepare un desayuno rico en proteínas, como huevos, arroz y frijoles, frutos secos, yogur, queso cottage o avena.

6. Haga preguntas después del examen

Después del examen, pregúntele a su hijo cómo cree que le fue. Haga preguntas como: “¿sentiste que estabas preparado?”, “¿cómo te sentiste mientras hacías el examen?” o “¿cómo te sientes ahora?”.  Recuérdele a su hijo que se preparó e hizo lo mejor que pudo y que el examen ya terminó.

Si su hijo siente que no le fue bien en el examen, recuérdele que es normal que las cosas no salgan como uno espera y tómese un momento para recordarle que los errores y desafíos los ayudarán a aprender y a ser más fuerte. Normalice los comentarios positivos y constructivos.

Tenga en cuenta estas estrategias para ayudar a su hijo a superar sus preocupaciones y ansiedades en torno a la hora de los exámenes.

Los niños de todas las edades se ponen nerviosos a la hora de los exámenes. Para algunos niños, los exámenes ocasionan sentimientos de estrés y ansiedad. Algunos pueden tener síntomas físicos de estrés, como dolores de estómago, náuseas o dolores de cabeza, mientras que otros se ven fatigados, nerviosos o con pánico.

Ansiedad por los exámenes: la ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad por el desempeño, una sensación que una persona puede experimentar en una situación en la que su desempeño es de suma importancia o cuando existe una gran presión de hacer algo bien. Un niño con ansiedad por los exámenes se preocupa por la posibilidad de tener un mal desempeño, a veces hasta el punto de temer ir a la escuela el día del examen.

Solemos pensar en la ansiedad por los exámenes como algo que solo les sucede a los adolescentes, pero, en realidad, los niños de todas las edades pueden experimentar los desafíos de la ansiedad por los exámenes.

Estos son los 6 pasos que puede seguir para ayudar a su hijo a enfrentar su preocupación y ansiedad en torno ante los exámenes:

1. Haga preguntas

Hable con su hijo e intente comprender sus preocupaciones e inquietudes. A veces, cuando los niños hablan sobre sus preocupaciones en voz alta, esto los ayuda a trabajarlas. Haga preguntas como: “¿cómo te sientes cuando ves el examen por primera vez?”, “¿cuál es tu mayor preocupación sobre el examen?”, “¿cómo puedo ayudarte a prepararte?”

Este tipo de preguntas lo ayudarán a comprender por qué su hijo está ansioso por el examen y ayudarán a su hijo a identificar qué es lo que le está generando ansiedad.

2. Enseñe y practique técnicas de relajación

Practique las técnicas de atención plena para ayudar a su hijo a encontrar algunas técnicas de referencia que le ayuden a relajarse. Con los niños pequeños, puede practicar ejercicios de visualización. Pídale a su hijo que cierre los ojos y piense en un lugar donde se sienta feliz y relajado. Incentive a su hijo a compartir detalles sobre el lugar que imaginó, incluidas las vistas, los sonidos y los olores. Mientras su hijo habla al respecto, dígale que respire profundamente. Cuando su hijo se sienta estresado por los exámenes, recuérdele que cierre los ojos y visualice el lugar que lo tranquiliza y le da “felicidad”.

Con los niños más grandes y los adolescentes, practique ejercicios de respiración. Considere la posibilidad de practicar la respiración cuadrada o ejercicios de meditación. Estas estrategias ayudarán a su hijo a alcanzar una sensación de calma y a desarrollar habilidades para tranquilizarse. Recuérdele que puede recurrir a estas nuevas habilidades cuando sienta ansiedad el día del examen.

3. Ayude a su hijo a prepararse

Si su hijo debe estudiar para el examen, ayúdelo a crear un horario de estudio; estudiar en distintos momentos ayudará a que la tarea sea más manejable y menos abrumadora. Estudiar en partes, con el tiempo, también ayudará a su hijo a retener más información. Recuérdele que se tome descansos, salga, descanse o pase tiempo con un amigo o una mascota que lo haga sentir feliz y relajado.

Ayude a su hijo a encontrar un método de estudio que funcione para él. A algunos niños les gustan las tarjetas didácticas, mientras que a otros les sirve escribir notas o hablar acerca del material. Si tiene dudas sobre qué podría funcionar para su hijo, pídale ideas al maestro en función de su experiencia con él.

4. Enfóquese en lo positivo

Brinde elogios honestos y específicos y recuérdele a su hijo que se puede tener éxito más allá del resultado del examen. Prepararse bien ya es una victoria. Observe las cosas que su hijo ya está haciendo bien y asegúrese de alentarlo. Trate de evitar los recordatorios constantes sobre las consecuencias de una mala calificación en un examen.

Recuérdele a su hijo que hizo todo lo que estuvo a su alcance y que lo más importante es que haga todo lo posible y dé lo mejor de sí mismo.

5. Refuerce los hábitos saludables y ayude a su hijo a sentirse bien el día del examen

Fomente la alimentación saludable, los buenos hábitos de sueño y la actividad física diaria. No los reserve solo para el día del examen: ¡ayude a su hijo a practicar hábitos saludables durante todo el año!

Antes del día del examen, asegúrese de que su hijo haya descansado lo suficiente. Tenga en cuenta el tiempo frente a la pantalla y trate de evitar que los niños más grandes se queden estudiando hasta altas horas de la noche. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos necesarios y prepare un desayuno rico en proteínas, como huevos, arroz y frijoles, frutos secos, yogur, queso cottage o avena.

6. Haga preguntas después del examen

Después del examen, pregúntele a su hijo cómo cree que le fue. Haga preguntas como: “¿sentiste que estabas preparado?”, “¿cómo te sentiste mientras hacías el examen?” o “¿cómo te sientes ahora?”.  Recuérdele a su hijo que se preparó e hizo lo mejor que pudo y que el examen ya terminó.

Si su hijo siente que no le fue bien en el examen, recuérdele que es normal que las cosas no salgan como uno espera y tómese un momento para recordarle que los errores y desafíos los ayudarán a aprender y a ser más fuerte. Normalice los comentarios positivos y constructivos.

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Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, se asocia con los distritos escolares para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. Los diversos proveedores interculturales de Hazel se especializan en los problemas de salud de los niños y adolescentes y trabajan en conjunto con los padres y el personal de la escuela para tomar las mejores decisiones relativas a la atención de los estudiantes. Hazel se compromete a mejorar la equidad en atención médica y está disponible independientemente de los ingresos familiares, la zona geográfica, la situación del seguro y la posibilidad de pagar. La misión de Hazel es transformar el acceso de los niños a la atención médica, porque cuando los estudiantes se sienten mejor, aprenden mejor.

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Hazel Health is the nation’s largest and most trusted provider of school-based telehealth. By partnering with districts and health plans across the country, Hazel transforms schools into the most accessible front door to pediatric healthcare. Today, Hazel’s licensed providers deliver teletherapy and virtual care (in school or at home) to over four million K-12 students, regardless of their insurance status or ability to pay. Hazel aims to remove all barriers to the mental and physical health care that children need to thrive: in school, at home, and in life.

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Obtenga más información en Hazel.co/hazel-in-schools.

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Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, trabaja con los distritos escolares y las familias para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. En lugar de esperar una cita con un médico o terapeuta, los niños pueden ver a un proveedor de Hazel mediante una visita virtual, sin ningún costo para las familias. Con el permiso de los tutores, la plataforma virtual de Hazel permite a los niños ponerse en contacto con un proveedor de atención médica en cuestión de minutos, o con un terapeuta en cuestión de días tras la derivación. Los proveedores de Hazel pueden ayudar con todo tipo de problemas, desde alergias y dolores de estómago hasta ansiedad y depresión. Con Hazel, los niños pueden obtener la atención que necesitan cuando la necesitan.

Obtenga más información en Hazel.co/how-hazel-works.

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