Si, al igual que tantas otras familias, usted depende de la escuela de su hijo o de otras organizaciones para obtener alimentos, consulte con su distrito para ver si ofrecen comidas durante los meses de verano. También puede ingresar al “Meals for Kids Site Finder” (Buscador de sitios de comidas para niños) del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) para encontrar sitios de comidas cercanos de manera rápida y sencilla.
Pocas cosas son más típicas de verano que un pícnic o una parrillada. Pero, ¿sabía que los casos de enfermedades transmitidas por los alimentos alcanzan su punto máximo durante el verano? Este aumento no es casualidad. Los meses de verano traen consigo temperaturas más cálidas que permiten que las bacterias en los alimentos se multipliquen más rápido. Como las familias tienden a cocinar fuera de la cocina (parrilladas al aire libre, pícnics, campamentos, etc.), lavar y almacenar los alimentos se vuelve más complicado. Al seguir estos consejos vitales de seguridad alimentaria, podrá disfrutar en familia de deliciosas y divertidas comidas al aire libre durante todo el verano.
Comience con las prácticas de seguridad alimentaria en el supermercado
Cuando vaya a comprar alimentos, la sección de carnes, aves y mariscos debe ser su última parada antes de pagar. Una vez elegidos estos productos, es conveniente mantenerlos separados del resto de los alimentos en el carro y en las bolsas de la compra. Coloque estos alimentos en el refrigerador en bolsas de plástico selladas apenas llegue a su casa. Si no tiene pensado consumir los alimentos en los próximos días, guárdelos en el congelador. Cuando transporte carne, mariscos o aves, use una nevera aislante o mantenga los alimentos en hielo (por debajo de los 40 °F).
Consejo rápido: use las bolsas individuales de la sección de vegetales para una mayor protección entre la carne y otros alimentos.
La limpieza es fundamental para prevenir las enfermedades que transmiten los alimentos. Los gérmenes que pueden enfermar a su familia pueden sobrevivir en los alimentos, las manos, los utensilios, las tablas de cortar y las encimeras.
Lávese bien las manos y con frecuencia
Lávese siempre las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular alimentos, especialmente carnes crudas, mariscos, aves o huevos crudos. También es importante recordarle a su familia que se lave las manos en las siguientes situaciones:
- Antes de comer
- Después de usar el baño o de ayudar a alguien en el baño
- Después de cambiar un pañal
- Después de tocar la basura
- Después de toser, estornudar o sonarse la nariz
- Después de interactuar con un animal (acariciarlo, alimentarlo, limpiar sus desechos, etc.)
- Antes y después de curar un corte o herida
Consejo rápido: si tiene previsto preparar comida al aire libre, asegúrese de llevar toallitas húmedas para limpiarse las manos.
Mantenga las superficies y utensilios de cocina limpios
Asegúrese de que las superficies donde se preparan los alimentos (encimeras o tablas de cortar) y los utensilios (cuchillos, tenedores, pinzas, etc.) estén limpios cuando prepare la comida. Lave las superficies y los utensilios después de cada uso con agua caliente y detergente. Si usa paños de cocina en lugar de toallas de papel para limpiar y secar, lávelos a menudo en el ciclo de agua caliente de la lavadora.
Si cocinará los alimentos en una parrilla, use un paño húmedo o una toalla de papel para limpiar la superficie de la parrilla antes de cocinar. Si decide usar un cepillo de cerdas de alambre para limpiar la parrilla, verifique que las cerdas de alambre no se hayan soltado. Estas cerdas sueltas pueden adherirse a los alimentos y causar daños.
Lave todas las frutas y vegetales
Antes de preparar, picar o comer frutas y vegetales, lávelos con agua corriente. Lave las frutas incluso si piensa cortar o pelar la piel (bananas, naranjas, melones, etc.). Puede fregar las frutas y vegetales firmes, como las papas o los pepinos, con un cepillo limpio diseñados para estos alimentos.
Si ve que uno de estos alimentos está dañado o golpeado, corte la zona y lávelo con agua corriente, pero no use detergente, lejía ni productos comerciales para frutas y vegetales.
Consejo rápido: no lave carnes, aves, huevos ni mariscos. Lavar estos productos puede propagar gérmenes nocivos en su cocina.
Separe los alimentos al momento de prepararlos, cocinarlos y servirlos
Mantenga la carne cruda, las aves, el pescado y todos sus líquidos lejos de los demás alimentos. Puede evitar la contaminación cruzada utilizando platos y utensilios distintos para preparar los productos de carne cruda y los alimentos listos para el consumo, como las frutas y vegetales crudos. A algunas familias les resulta útil designar tablas de cortar específicas para la carne, el pescado, las aves y las frutas y vegetales frescos. Después de cortar y preparar carnes crudas, aves y mariscos, asegúrese de lavar bien la tabla de cortar, los cuchillos y otras superficies con agua caliente y detergente.
Si según su receta debe marinar los mariscos, la carne o las aves, coloque el alimento marinado en un plato cubierto en el refrigerador. No reutilice las marinadas después de haber tenido carne cruda en el recipiente. Deseche inmediatamente la marinada sobrante en cuanto empiece a cocinar. Si tiene previsto untar el plato con más marinada después de cocinarlo, asegúrese de apartar antes un poco de la marinada que no haya utilizado y de utilizar utensilios nuevos.
Al asar aves, mariscos o carne, no reutilice nunca el recipiente o el plato que contenía los alimentos crudos; utilice un plato nuevo y limpio para todos los alimentos cocidos.
Consejo rápido: retire inmediatamente los platos y utensilios utilizados para las carnes crudas para evitar que se mezclen con los platos y utensilios limpios.
Cocine y sirva su comida a la temperatura correcta
Siempre use un termómetro para alimentos cuando cocine al aire libre. Con el termómetro, podrá confirmar que la carne y las aves estén lo suficientemente calientes como para matar los gérmenes dañinos. Si no tiene un termómetro para alimentos, puede obtener uno gratuito llamando a la línea directa del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) para Carnes y Aves al 1-888-674-6854.
Muchas personas confunden el color de la carne como indicación de que la carne es apta para el consumo. La carne y las aves a la parrilla suelen dorarse rápidamente por fuera sin cocinarse del todo por dentro. En la siguiente tabla verá información sobre las temperaturas internas seguras de los alimentos:
Consejo rápido: si usa un horno ahumador, mantenga la temperatura entre los 225 °F y los 300 °F.
Mantenga los alimentos calientes y fríos fuera de la zona de peligro
Las bacterias crecen rápidamente entre los 40 °F y los 140 °F. Las temperaturas internas de los alimentos dentro de este rango se consideran una zona de peligro. Mantenga los alimentos fríos guardándolos en el refrigerador, en una nevera o en hielo. La temperatura interna de los alimentos fríos debe ser de 40 °F o menos.
La misma regla se aplica a los alimentos calientes. Mantenga a temperatura elevada los alimentos calientes. Las temperaturas internas no deben ser inferiores a 140 °F. Si los alimentos calientes se enfrían rápido, puede volver a calentarlos, pero no deje los alimentos a temperatura ambiente durante más de dos horas (una hora si la temperatura exterior es superior a 90 °F).
Consejo rápido: un rápido enfriamiento ayuda a evitar que los alimentos entren en la zona de peligro. Divida las sobras en recipientes poco profundos y colóquelos en el refrigerador o en el congelador.