Muchos creen que las fiestas son un momento alegre, divertido y mágico para todos, en especial para los niños. La realidad es que, para muchos niños y adolescentes, las fiestas son estresantes y abrumadoras.
La época festiva y todo lo que conlleva puede ser estresante tanto para los adultos como para los niños. En el caso de los niños y adolescentes que sufrieron situaciones traumáticas o que luchan contra la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental, las fiestas pueden ser un factor desencadenante.
Saber si su hijo se siente estresado puede ser difícil. Estos son algunos síntomas que debe tener en cuenta:
- Molestias físicas, como dolores de cabeza o de estómago
- Enuresis nocturna, crisis nerviosas y rabietas
- Aislamiento social
- Conductas nerviosas, como morderse las uñas
- Dormir mucho más o mucho menos de lo normal
- Cambios en los hábitos de alimentación
Con estos seis consejos podrá disfrutar las fiestas este año a la vez que protege y ayuda a su hijo con su salud mental.
1. Valide sus sentimientos
Está bien reconocer que las fiestas no son un momento mágico para todos. Hay altibajos. Esta época del año puede traer recuerdos de pérdidas y tensiones. Si nota que su hijo se siente mal, intente hablar con él sobre sus sentimientos. Trate de escuchar atentamente lo que dice su hijo y haga preguntas abiertas.
2. Ayude a su hijo a desarrollar herramientas de afrontamiento
Ayude a su hijo a desarrollar herramientas y estrategias de cuidado personal en las que pueda confiar cuando se sienta estresado o abrumado. Estas herramientas pueden ayudar a su hijo a reagruparse y relajarse. Respirar profundo, meditar, escribir un diario, pasar tiempo al aire libre, leer, hacer manualidades, dibujar, pintar o escuchar música son actividades que pueden ayudar a su hijo a liberarse del estrés.
3. Ponga límites
No tiene que decir "sí" a todos los acontecimientos. No se preocupe si rechaza invitaciones para intercambiar galletas o regalos, fiestas y reuniones; sus familiares y amigos entenderán si no puede participar en todas las actividades. Tener obligaciones todos los días puede provocar estrés y ansiedad. Procure reservar tiempo para relajarse y estar a solas.
4. Siga su rutina familiar
Sin duda habrá cambios en la rutina familiar durante la época festiva, pero es fundamental tratar de mantenerla. Si la rutina de su familia cambia, explíquele a su hijo lo que sucederá y los cambios que habrá. Si viajará en estas fiestas, lleve peluches, juguetes, libros y objetos familiares de su casa. Procure que los horarios de sueño y las comidas sean similares a los de su familia. Manténgase en movimiento y dedique tiempo al descanso.
Si su familia mantiene tradiciones durante la época festiva, haga todo lo posible por cumplirlas. Las tradiciones familiares pueden reconfortar a los niños y darles seguridad.
5. ¡Descanse, descanse y descanse!
Dormir ayudará a su hijo a dar lo mejor de sí mismo. Asegúrese de que sus hijos duerman entre 8 y 10 horas todas las noches, y que se acuesten y se despierten a la misma hora, siempre que sea posible. Además de dormir, asegúrese de que su hijo tenga tiempo para realizar actividades tranquilas que lo ayuden a descansar la mente y el cuerpo, como armar rompecabezas, colorear o leer un libro.
6. Practique la gratitud
Las fiestas están llenas de ajetreo y bullicio: viajes, visitas familiares, fiestas y mucho más. Es fundamental tomarse un momento y recordar la esencia de las fiestas: la amabilidad y la gratitud. Puede ayudar a su hijo a practicar la gratitud hablando de lo que agradece y haciendo una lista. Además, colaborar con los demás puede ayudar a reducir el estrés, ya sea horneando galletas para los vecinos, limpiando la nieve de la acera de un vecino o participando en una obra benéfica de su localidad.
Es muy importante que los padres también protejan su salud mental. Recuerde que los niños son como esponjas y absorberán su estrés. Si puede, intente dar el ejemplo de calma. Cuídese, tómese un tiempo para descansar y trate de divertirse en estas fiestas.