Elimine el estrés de su hijo cuando va a vacunarse

Siga estos consejos rápidos para ayudar a su familia a sobrellevar la ansiedad por las agujas y hacer que las citas de vacunación sean más agradables.
5 minutos
 • 
Actualizado
Publicado el
20 de julio de 2021

Entre las vacunas infantiles, las vacunas anuales contra la influenza y la vacuna contra el COVID-19, es probable que los miembros de su familia necesiten recibir al menos dos inyecciones este año. Si su hijo les tiene miedo a las agujas, las inyecciones pueden resultarle muy estresantes. Siga estos consejos rápidos para ayudar a su familia a sobrellevar la ansiedad por las agujas y hacer que las citas de vacunación sean más agradables.  

Preparación antes de la vacuna

1. Hable con honestidad y apertura acerca de la próxima inyección que se aplicará

Muchos niños asocian ir al médico con aplicarse una inyección. Así que si a su hijo le aplicarán una vacuna en el consultorio del médico, es probable que le pregunte al respecto. Aunque pueda ponerse nervioso al saber que le aplicarán una inyección, es mejor no sorprenderlo ni engañarlo. Sea práctico y honesto acerca de la cita. La deshonestidad sobre la inyección puede causar desconfianza y hacer que las próximas visitas al médico sean más difíciles para todos.

2. Avísele a su hijo sobre la vacuna con poca anticipación

Tenga en cuenta el nivel de madurez de su hijo cuando le comunique que tiene la cita. Un niño mayor o adolescente puede enterarse de la cita uno o dos días antes de la visita. Esto le dará tiempo para organizar sus horarios, pero no demasiado tiempo para pensar en la inyección. Un niño más pequeño puede tener una mejor experiencia con menos tiempo de anticipación. El día de la cita, sea directo e infórmele a su hijo que le aplicarán una inyección. Procure que la inyección no sea el centro de la conversación. En su lugar, concéntrese en lo que harán después de la cita.

3. Evite hacer promesas

No prometa que la inyección no dolerá. Tanto usted como su hijo saben cómo se siente una inyección. Hágale saber que sentirá un pellizco durante unos segundos y eso será todo. Si su hijo no tiene programada una inyección durante la cita, no le prometa que durante la visita no le aplicarán ninguna vacuna. Cada visita con su médico es una oportunidad para ponerse al día con las dosis perdidas y algunas recomendaciones de vacunas pueden cambiar entre citas. Es mejor evitar hacer una promesa que quizás no pueda cumplir si le hace saber que pueden llegar a aplicarle una inyección. Si al final no le aplican una inyección durante la visita, será una sorpresa agradable.  

4. Utilice un lenguaje apropiado para la edad de su hijo al responder preguntas

A veces, los niños están molestos porque no entienden por qué son necesarias las inyecciones. Explíquele a su hijo que a nadie le gustan las inyecciones, pero que las vacunas pueden proteger a su familia de enfermedades graves o incluso mortales. Si pregunta por el dolor, sea honesto y dígale a su hijo que es probable que la vacuna se sienta como un pellizco y que después puede sentirse cansado. Asegúrele que la inyección será rápida y describa el proceso usando palabras como presionar, hincar, apretar o pellizcar en lugar de pinchar, lastimar o doler.

DURANTE LA INYECCIÓN

1. Sea un buen ejemplo

Ningún padre quiere que su hijo sienta miedo o dolor (aunque sea solo por un segundo). Es comprensible que también esté ansioso durante la cita. Si se muestra nervioso, su hijo puede copiar su comportamiento y tener más miedo. Trate de ser cariñoso y comprensivo, pero mantenga la calma y no tenga remordimientos.  

2. Permita que su hijo tenga cierto control

Si cree que su hijo está preparado, puede dejar que tenga cierto control durante la cita. Si le aplicarán la inyección en el consultorio del médico o en una farmacia de su localidad, permítale elegir en qué brazo recibirá la inyección, el apósito que usará y pregúntele si quiere hacer la cuenta regresiva hasta la aplicación de la inyección. Si visitará a un médico, puede trabajar con su proveedor para asegurarse de que el niño pueda elegir dónde sentarse y si prefiere sentarse o recostarse.  

3. Consuele a su hijo durante el proceso

Es posible que los niños más pequeños quieran sentarse en su regazo y los niños mayores pueden sentirse reconfortados al tomar y apretar su mano. Mientras le aplican la inyección a su hijo, felicítelo por ser valiente, pero no lo regañe si llora o se asusta. Háblele en voz baja y haga contacto visual.

4. Distraiga a su hijo mientras le aplican la inyección

Ver la aguja puede ser la parte más aterradora para muchos niños. Puede ser útil hacer que su hijo mire hacia otro lado y distraerlo con actividades tranquilas que le ayudarán a mantener la mente alejada de la vacuna. Estas actividades pueden incluir lo siguiente:

  • Contar un chiste o un acertijo
  • Cantar su canción favorita
  • Mirar alrededor de la habitación y encontrar tres cosas que nunca antes habían notado
  • Recitar un poema
  • Hablar sobre su recuerdo favorito
  • Hablar de lo que quieren hacer más tarde en el día

Algunos padres también eligen llevar un libro o el juguete favorito de su hijo y le permiten tenerlo durante la inyección.  

5. Recomiende toser o respirar durante la inyección

Algunas personas sienten que toser justo antes y durante la inyección puede aliviar el dolor. (¡Solo asegúrese de cubrirse la boca!) Considere enseñarle a su hijo el "truco de la tos".

Los ejercicios de respiración durante la inyección también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la ansiedad. Ayude a su hijo a probar la siguiente técnica de respiración:

  • Respire profundamente por la nariz durante cuatro segundos.
  • Mantenga la respiración durante cuatro segundos.
  • Exhale el aire por la boca durante cuatro segundos.
  • Repita este patrón.
  • Cuente hasta cuatro en cada respiración.

DESPUÉS DE LA INYECCIÓN

1. Felicite a su hijo por haberse aplicado la inyección

Agradézcale a su hijo por haber sido valiente (aunque haya llorado) y mencione cuán feliz está de que haya podido vacunarse. La reafirmación positiva puede hacer que las futuras idas al médico sean más tranquilas y menos aterradoras. Aunque puede ser tentador disculparse, es mejor no echarle la culpa a nadie por la situación. Algunas cosas simples que puede decir después de que le apliquen la inyección a su hijo son las siguientes:

  • "¡Lo hiciste muy bien!"
  • "Me pone feliz que ya tengas la vacuna".
  • "¿Qué podemos hacer de divertido ahora?"
  • “¡Fuiste muy valiente! ¡Me sorprendiste!"
2. Premie a su hijo

Puede probar hacer algo divertido con su hijo después de la cita.  Muchas familias van por un helado, pasan más tiempo en el área de juegos o ven una película juntos después de vacunarse. Estas pequeñas actividades pueden ayudar a que el recuerdo del día sea un poco más alegre.

Cuando programe la cita de su hijo, asegúrese de preguntarle a su médico sobre el calendario de vacunas de su hijo, ya que las recomendaciones pueden cambiar. También puede preguntar sobre medicamentos o tratamientos anestésicos que puedan recomendar para controlar el dolor durante la inyección y cualquier efecto secundario después de la vacuna.  

Entre las vacunas infantiles, las vacunas anuales contra la influenza y la vacuna contra el COVID-19, es probable que los miembros de su familia necesiten recibir al menos dos inyecciones este año. Si su hijo les tiene miedo a las agujas, las inyecciones pueden resultarle muy estresantes. Siga estos consejos rápidos para ayudar a su familia a sobrellevar la ansiedad por las agujas y hacer que las citas de vacunación sean más agradables.  

Preparación antes de la vacuna

1. Hable con honestidad y apertura acerca de la próxima inyección que se aplicará

Muchos niños asocian ir al médico con aplicarse una inyección. Así que si a su hijo le aplicarán una vacuna en el consultorio del médico, es probable que le pregunte al respecto. Aunque pueda ponerse nervioso al saber que le aplicarán una inyección, es mejor no sorprenderlo ni engañarlo. Sea práctico y honesto acerca de la cita. La deshonestidad sobre la inyección puede causar desconfianza y hacer que las próximas visitas al médico sean más difíciles para todos.

2. Avísele a su hijo sobre la vacuna con poca anticipación

Tenga en cuenta el nivel de madurez de su hijo cuando le comunique que tiene la cita. Un niño mayor o adolescente puede enterarse de la cita uno o dos días antes de la visita. Esto le dará tiempo para organizar sus horarios, pero no demasiado tiempo para pensar en la inyección. Un niño más pequeño puede tener una mejor experiencia con menos tiempo de anticipación. El día de la cita, sea directo e infórmele a su hijo que le aplicarán una inyección. Procure que la inyección no sea el centro de la conversación. En su lugar, concéntrese en lo que harán después de la cita.

3. Evite hacer promesas

No prometa que la inyección no dolerá. Tanto usted como su hijo saben cómo se siente una inyección. Hágale saber que sentirá un pellizco durante unos segundos y eso será todo. Si su hijo no tiene programada una inyección durante la cita, no le prometa que durante la visita no le aplicarán ninguna vacuna. Cada visita con su médico es una oportunidad para ponerse al día con las dosis perdidas y algunas recomendaciones de vacunas pueden cambiar entre citas. Es mejor evitar hacer una promesa que quizás no pueda cumplir si le hace saber que pueden llegar a aplicarle una inyección. Si al final no le aplican una inyección durante la visita, será una sorpresa agradable.  

4. Utilice un lenguaje apropiado para la edad de su hijo al responder preguntas

A veces, los niños están molestos porque no entienden por qué son necesarias las inyecciones. Explíquele a su hijo que a nadie le gustan las inyecciones, pero que las vacunas pueden proteger a su familia de enfermedades graves o incluso mortales. Si pregunta por el dolor, sea honesto y dígale a su hijo que es probable que la vacuna se sienta como un pellizco y que después puede sentirse cansado. Asegúrele que la inyección será rápida y describa el proceso usando palabras como presionar, hincar, apretar o pellizcar en lugar de pinchar, lastimar o doler.

DURANTE LA INYECCIÓN

1. Sea un buen ejemplo

Ningún padre quiere que su hijo sienta miedo o dolor (aunque sea solo por un segundo). Es comprensible que también esté ansioso durante la cita. Si se muestra nervioso, su hijo puede copiar su comportamiento y tener más miedo. Trate de ser cariñoso y comprensivo, pero mantenga la calma y no tenga remordimientos.  

2. Permita que su hijo tenga cierto control

Si cree que su hijo está preparado, puede dejar que tenga cierto control durante la cita. Si le aplicarán la inyección en el consultorio del médico o en una farmacia de su localidad, permítale elegir en qué brazo recibirá la inyección, el apósito que usará y pregúntele si quiere hacer la cuenta regresiva hasta la aplicación de la inyección. Si visitará a un médico, puede trabajar con su proveedor para asegurarse de que el niño pueda elegir dónde sentarse y si prefiere sentarse o recostarse.  

3. Consuele a su hijo durante el proceso

Es posible que los niños más pequeños quieran sentarse en su regazo y los niños mayores pueden sentirse reconfortados al tomar y apretar su mano. Mientras le aplican la inyección a su hijo, felicítelo por ser valiente, pero no lo regañe si llora o se asusta. Háblele en voz baja y haga contacto visual.

4. Distraiga a su hijo mientras le aplican la inyección

Ver la aguja puede ser la parte más aterradora para muchos niños. Puede ser útil hacer que su hijo mire hacia otro lado y distraerlo con actividades tranquilas que le ayudarán a mantener la mente alejada de la vacuna. Estas actividades pueden incluir lo siguiente:

  • Contar un chiste o un acertijo
  • Cantar su canción favorita
  • Mirar alrededor de la habitación y encontrar tres cosas que nunca antes habían notado
  • Recitar un poema
  • Hablar sobre su recuerdo favorito
  • Hablar de lo que quieren hacer más tarde en el día

Algunos padres también eligen llevar un libro o el juguete favorito de su hijo y le permiten tenerlo durante la inyección.  

5. Recomiende toser o respirar durante la inyección

Algunas personas sienten que toser justo antes y durante la inyección puede aliviar el dolor. (¡Solo asegúrese de cubrirse la boca!) Considere enseñarle a su hijo el "truco de la tos".

Los ejercicios de respiración durante la inyección también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la ansiedad. Ayude a su hijo a probar la siguiente técnica de respiración:

  • Respire profundamente por la nariz durante cuatro segundos.
  • Mantenga la respiración durante cuatro segundos.
  • Exhale el aire por la boca durante cuatro segundos.
  • Repita este patrón.
  • Cuente hasta cuatro en cada respiración.

DESPUÉS DE LA INYECCIÓN

1. Felicite a su hijo por haberse aplicado la inyección

Agradézcale a su hijo por haber sido valiente (aunque haya llorado) y mencione cuán feliz está de que haya podido vacunarse. La reafirmación positiva puede hacer que las futuras idas al médico sean más tranquilas y menos aterradoras. Aunque puede ser tentador disculparse, es mejor no echarle la culpa a nadie por la situación. Algunas cosas simples que puede decir después de que le apliquen la inyección a su hijo son las siguientes:

  • "¡Lo hiciste muy bien!"
  • "Me pone feliz que ya tengas la vacuna".
  • "¿Qué podemos hacer de divertido ahora?"
  • “¡Fuiste muy valiente! ¡Me sorprendiste!"
2. Premie a su hijo

Puede probar hacer algo divertido con su hijo después de la cita.  Muchas familias van por un helado, pasan más tiempo en el área de juegos o ven una película juntos después de vacunarse. Estas pequeñas actividades pueden ayudar a que el recuerdo del día sea un poco más alegre.

Cuando programe la cita de su hijo, asegúrese de preguntarle a su médico sobre el calendario de vacunas de su hijo, ya que las recomendaciones pueden cambiar. También puede preguntar sobre medicamentos o tratamientos anestésicos que puedan recomendar para controlar el dolor durante la inyección y cualquier efecto secundario después de la vacuna.  

Entre las vacunas infantiles, las vacunas anuales contra la influenza y la vacuna contra el COVID-19, es probable que los miembros de su familia necesiten recibir al menos dos inyecciones este año. Si su hijo les tiene miedo a las agujas, las inyecciones pueden resultarle muy estresantes. Siga estos consejos rápidos para ayudar a su familia a sobrellevar la ansiedad por las agujas y hacer que las citas de vacunación sean más agradables.  

Preparación antes de la vacuna

1. Hable con honestidad y apertura acerca de la próxima inyección que se aplicará

Muchos niños asocian ir al médico con aplicarse una inyección. Así que si a su hijo le aplicarán una vacuna en el consultorio del médico, es probable que le pregunte al respecto. Aunque pueda ponerse nervioso al saber que le aplicarán una inyección, es mejor no sorprenderlo ni engañarlo. Sea práctico y honesto acerca de la cita. La deshonestidad sobre la inyección puede causar desconfianza y hacer que las próximas visitas al médico sean más difíciles para todos.

2. Avísele a su hijo sobre la vacuna con poca anticipación

Tenga en cuenta el nivel de madurez de su hijo cuando le comunique que tiene la cita. Un niño mayor o adolescente puede enterarse de la cita uno o dos días antes de la visita. Esto le dará tiempo para organizar sus horarios, pero no demasiado tiempo para pensar en la inyección. Un niño más pequeño puede tener una mejor experiencia con menos tiempo de anticipación. El día de la cita, sea directo e infórmele a su hijo que le aplicarán una inyección. Procure que la inyección no sea el centro de la conversación. En su lugar, concéntrese en lo que harán después de la cita.

3. Evite hacer promesas

No prometa que la inyección no dolerá. Tanto usted como su hijo saben cómo se siente una inyección. Hágale saber que sentirá un pellizco durante unos segundos y eso será todo. Si su hijo no tiene programada una inyección durante la cita, no le prometa que durante la visita no le aplicarán ninguna vacuna. Cada visita con su médico es una oportunidad para ponerse al día con las dosis perdidas y algunas recomendaciones de vacunas pueden cambiar entre citas. Es mejor evitar hacer una promesa que quizás no pueda cumplir si le hace saber que pueden llegar a aplicarle una inyección. Si al final no le aplican una inyección durante la visita, será una sorpresa agradable.  

4. Utilice un lenguaje apropiado para la edad de su hijo al responder preguntas

A veces, los niños están molestos porque no entienden por qué son necesarias las inyecciones. Explíquele a su hijo que a nadie le gustan las inyecciones, pero que las vacunas pueden proteger a su familia de enfermedades graves o incluso mortales. Si pregunta por el dolor, sea honesto y dígale a su hijo que es probable que la vacuna se sienta como un pellizco y que después puede sentirse cansado. Asegúrele que la inyección será rápida y describa el proceso usando palabras como presionar, hincar, apretar o pellizcar en lugar de pinchar, lastimar o doler.

DURANTE LA INYECCIÓN

1. Sea un buen ejemplo

Ningún padre quiere que su hijo sienta miedo o dolor (aunque sea solo por un segundo). Es comprensible que también esté ansioso durante la cita. Si se muestra nervioso, su hijo puede copiar su comportamiento y tener más miedo. Trate de ser cariñoso y comprensivo, pero mantenga la calma y no tenga remordimientos.  

2. Permita que su hijo tenga cierto control

Si cree que su hijo está preparado, puede dejar que tenga cierto control durante la cita. Si le aplicarán la inyección en el consultorio del médico o en una farmacia de su localidad, permítale elegir en qué brazo recibirá la inyección, el apósito que usará y pregúntele si quiere hacer la cuenta regresiva hasta la aplicación de la inyección. Si visitará a un médico, puede trabajar con su proveedor para asegurarse de que el niño pueda elegir dónde sentarse y si prefiere sentarse o recostarse.  

3. Consuele a su hijo durante el proceso

Es posible que los niños más pequeños quieran sentarse en su regazo y los niños mayores pueden sentirse reconfortados al tomar y apretar su mano. Mientras le aplican la inyección a su hijo, felicítelo por ser valiente, pero no lo regañe si llora o se asusta. Háblele en voz baja y haga contacto visual.

4. Distraiga a su hijo mientras le aplican la inyección

Ver la aguja puede ser la parte más aterradora para muchos niños. Puede ser útil hacer que su hijo mire hacia otro lado y distraerlo con actividades tranquilas que le ayudarán a mantener la mente alejada de la vacuna. Estas actividades pueden incluir lo siguiente:

  • Contar un chiste o un acertijo
  • Cantar su canción favorita
  • Mirar alrededor de la habitación y encontrar tres cosas que nunca antes habían notado
  • Recitar un poema
  • Hablar sobre su recuerdo favorito
  • Hablar de lo que quieren hacer más tarde en el día

Algunos padres también eligen llevar un libro o el juguete favorito de su hijo y le permiten tenerlo durante la inyección.  

5. Recomiende toser o respirar durante la inyección

Algunas personas sienten que toser justo antes y durante la inyección puede aliviar el dolor. (¡Solo asegúrese de cubrirse la boca!) Considere enseñarle a su hijo el "truco de la tos".

Los ejercicios de respiración durante la inyección también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la ansiedad. Ayude a su hijo a probar la siguiente técnica de respiración:

  • Respire profundamente por la nariz durante cuatro segundos.
  • Mantenga la respiración durante cuatro segundos.
  • Exhale el aire por la boca durante cuatro segundos.
  • Repita este patrón.
  • Cuente hasta cuatro en cada respiración.

DESPUÉS DE LA INYECCIÓN

1. Felicite a su hijo por haberse aplicado la inyección

Agradézcale a su hijo por haber sido valiente (aunque haya llorado) y mencione cuán feliz está de que haya podido vacunarse. La reafirmación positiva puede hacer que las futuras idas al médico sean más tranquilas y menos aterradoras. Aunque puede ser tentador disculparse, es mejor no echarle la culpa a nadie por la situación. Algunas cosas simples que puede decir después de que le apliquen la inyección a su hijo son las siguientes:

  • "¡Lo hiciste muy bien!"
  • "Me pone feliz que ya tengas la vacuna".
  • "¿Qué podemos hacer de divertido ahora?"
  • “¡Fuiste muy valiente! ¡Me sorprendiste!"
2. Premie a su hijo

Puede probar hacer algo divertido con su hijo después de la cita.  Muchas familias van por un helado, pasan más tiempo en el área de juegos o ven una película juntos después de vacunarse. Estas pequeñas actividades pueden ayudar a que el recuerdo del día sea un poco más alegre.

Cuando programe la cita de su hijo, asegúrese de preguntarle a su médico sobre el calendario de vacunas de su hijo, ya que las recomendaciones pueden cambiar. También puede preguntar sobre medicamentos o tratamientos anestésicos que puedan recomendar para controlar el dolor durante la inyección y cualquier efecto secundario después de la vacuna.  

Entre las vacunas infantiles, las vacunas anuales contra la influenza y la vacuna contra el COVID-19, es probable que los miembros de su familia necesiten recibir al menos dos inyecciones este año. Si su hijo les tiene miedo a las agujas, las inyecciones pueden resultarle muy estresantes. Siga estos consejos rápidos para ayudar a su familia a sobrellevar la ansiedad por las agujas y hacer que las citas de vacunación sean más agradables.  

Preparación antes de la vacuna

1. Hable con honestidad y apertura acerca de la próxima inyección que se aplicará

Muchos niños asocian ir al médico con aplicarse una inyección. Así que si a su hijo le aplicarán una vacuna en el consultorio del médico, es probable que le pregunte al respecto. Aunque pueda ponerse nervioso al saber que le aplicarán una inyección, es mejor no sorprenderlo ni engañarlo. Sea práctico y honesto acerca de la cita. La deshonestidad sobre la inyección puede causar desconfianza y hacer que las próximas visitas al médico sean más difíciles para todos.

2. Avísele a su hijo sobre la vacuna con poca anticipación

Tenga en cuenta el nivel de madurez de su hijo cuando le comunique que tiene la cita. Un niño mayor o adolescente puede enterarse de la cita uno o dos días antes de la visita. Esto le dará tiempo para organizar sus horarios, pero no demasiado tiempo para pensar en la inyección. Un niño más pequeño puede tener una mejor experiencia con menos tiempo de anticipación. El día de la cita, sea directo e infórmele a su hijo que le aplicarán una inyección. Procure que la inyección no sea el centro de la conversación. En su lugar, concéntrese en lo que harán después de la cita.

3. Evite hacer promesas

No prometa que la inyección no dolerá. Tanto usted como su hijo saben cómo se siente una inyección. Hágale saber que sentirá un pellizco durante unos segundos y eso será todo. Si su hijo no tiene programada una inyección durante la cita, no le prometa que durante la visita no le aplicarán ninguna vacuna. Cada visita con su médico es una oportunidad para ponerse al día con las dosis perdidas y algunas recomendaciones de vacunas pueden cambiar entre citas. Es mejor evitar hacer una promesa que quizás no pueda cumplir si le hace saber que pueden llegar a aplicarle una inyección. Si al final no le aplican una inyección durante la visita, será una sorpresa agradable.  

4. Utilice un lenguaje apropiado para la edad de su hijo al responder preguntas

A veces, los niños están molestos porque no entienden por qué son necesarias las inyecciones. Explíquele a su hijo que a nadie le gustan las inyecciones, pero que las vacunas pueden proteger a su familia de enfermedades graves o incluso mortales. Si pregunta por el dolor, sea honesto y dígale a su hijo que es probable que la vacuna se sienta como un pellizco y que después puede sentirse cansado. Asegúrele que la inyección será rápida y describa el proceso usando palabras como presionar, hincar, apretar o pellizcar en lugar de pinchar, lastimar o doler.

DURANTE LA INYECCIÓN

1. Sea un buen ejemplo

Ningún padre quiere que su hijo sienta miedo o dolor (aunque sea solo por un segundo). Es comprensible que también esté ansioso durante la cita. Si se muestra nervioso, su hijo puede copiar su comportamiento y tener más miedo. Trate de ser cariñoso y comprensivo, pero mantenga la calma y no tenga remordimientos.  

2. Permita que su hijo tenga cierto control

Si cree que su hijo está preparado, puede dejar que tenga cierto control durante la cita. Si le aplicarán la inyección en el consultorio del médico o en una farmacia de su localidad, permítale elegir en qué brazo recibirá la inyección, el apósito que usará y pregúntele si quiere hacer la cuenta regresiva hasta la aplicación de la inyección. Si visitará a un médico, puede trabajar con su proveedor para asegurarse de que el niño pueda elegir dónde sentarse y si prefiere sentarse o recostarse.  

3. Consuele a su hijo durante el proceso

Es posible que los niños más pequeños quieran sentarse en su regazo y los niños mayores pueden sentirse reconfortados al tomar y apretar su mano. Mientras le aplican la inyección a su hijo, felicítelo por ser valiente, pero no lo regañe si llora o se asusta. Háblele en voz baja y haga contacto visual.

4. Distraiga a su hijo mientras le aplican la inyección

Ver la aguja puede ser la parte más aterradora para muchos niños. Puede ser útil hacer que su hijo mire hacia otro lado y distraerlo con actividades tranquilas que le ayudarán a mantener la mente alejada de la vacuna. Estas actividades pueden incluir lo siguiente:

  • Contar un chiste o un acertijo
  • Cantar su canción favorita
  • Mirar alrededor de la habitación y encontrar tres cosas que nunca antes habían notado
  • Recitar un poema
  • Hablar sobre su recuerdo favorito
  • Hablar de lo que quieren hacer más tarde en el día

Algunos padres también eligen llevar un libro o el juguete favorito de su hijo y le permiten tenerlo durante la inyección.  

5. Recomiende toser o respirar durante la inyección

Algunas personas sienten que toser justo antes y durante la inyección puede aliviar el dolor. (¡Solo asegúrese de cubrirse la boca!) Considere enseñarle a su hijo el "truco de la tos".

Los ejercicios de respiración durante la inyección también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la ansiedad. Ayude a su hijo a probar la siguiente técnica de respiración:

  • Respire profundamente por la nariz durante cuatro segundos.
  • Mantenga la respiración durante cuatro segundos.
  • Exhale el aire por la boca durante cuatro segundos.
  • Repita este patrón.
  • Cuente hasta cuatro en cada respiración.

DESPUÉS DE LA INYECCIÓN

1. Felicite a su hijo por haberse aplicado la inyección

Agradézcale a su hijo por haber sido valiente (aunque haya llorado) y mencione cuán feliz está de que haya podido vacunarse. La reafirmación positiva puede hacer que las futuras idas al médico sean más tranquilas y menos aterradoras. Aunque puede ser tentador disculparse, es mejor no echarle la culpa a nadie por la situación. Algunas cosas simples que puede decir después de que le apliquen la inyección a su hijo son las siguientes:

  • "¡Lo hiciste muy bien!"
  • "Me pone feliz que ya tengas la vacuna".
  • "¿Qué podemos hacer de divertido ahora?"
  • “¡Fuiste muy valiente! ¡Me sorprendiste!"
2. Premie a su hijo

Puede probar hacer algo divertido con su hijo después de la cita.  Muchas familias van por un helado, pasan más tiempo en el área de juegos o ven una película juntos después de vacunarse. Estas pequeñas actividades pueden ayudar a que el recuerdo del día sea un poco más alegre.

Cuando programe la cita de su hijo, asegúrese de preguntarle a su médico sobre el calendario de vacunas de su hijo, ya que las recomendaciones pueden cambiar. También puede preguntar sobre medicamentos o tratamientos anestésicos que puedan recomendar para controlar el dolor durante la inyección y cualquier efecto secundario después de la vacuna.  

¡Ups! Se produjo un error al enviar el formulario.
Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, se asocia con los distritos escolares para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. Los diversos proveedores interculturales de Hazel se especializan en los problemas de salud de los niños y adolescentes y trabajan en conjunto con los padres y el personal de la escuela para tomar las mejores decisiones relativas a la atención de los estudiantes. Hazel se compromete a mejorar la equidad en atención médica y está disponible independientemente de los ingresos familiares, la zona geográfica, la situación del seguro y la posibilidad de pagar. La misión de Hazel es transformar el acceso de los niños a la atención médica, porque cuando los estudiantes se sienten mejor, aprenden mejor.

Obtenga más información en hazel.co.

Acerca de Hazel

Hazel Health is the nation’s largest and most trusted provider of school-based telehealth. By partnering with districts and health plans across the country, Hazel transforms schools into the most accessible front door to pediatric healthcare. Today, Hazel’s licensed providers deliver teletherapy and virtual care (in school or at home) to over four million K-12 students, regardless of their insurance status or ability to pay. Hazel aims to remove all barriers to the mental and physical health care that children need to thrive: in school, at home, and in life.

Obtenga más información en hazel.co.

Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, se asocia con los distritos escolares para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. Hazel presta servicios a casi 2 millones de estudiantes en 100 distritos escolares, lo que ayuda a reducir el ausentismo crónico y el aprendizaje inconcluso, ya que aborda las dificultades para acceder a la atención médica. Hazel, como extensión del equipo de salud escolar, ayuda a las escuelas a abordar de inmediato las necesidades de atención de salud física y mental de los estudiantes. La misión de Hazel es transformar el acceso de los niños a la atención médica, porque cuando los estudiantes se sienten mejor, aprenden mejor.

Obtenga más información en Hazel.co/hazel-in-schools.

Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, se asocia con los distritos escolares para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. Como Hazel soluciona las dificultades para acceder a la atención médica, ayuda a los distritos escolares a abordar los problemas de ausentismo crónico, aprendizaje inconcluso e inscripción en las escuelas.

Obtenga más información en Hazel.co/hazel-in-schools.

Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, trabaja con los distritos escolares y las familias para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. En lugar de esperar una cita con un médico o terapeuta, los niños pueden ver a un proveedor de Hazel mediante una visita virtual, sin ningún costo para las familias. Con el permiso de los tutores, la plataforma virtual de Hazel permite a los niños ponerse en contacto con un proveedor de atención médica en cuestión de minutos, o con un terapeuta en cuestión de días tras la derivación. Los proveedores de Hazel pueden ayudar con todo tipo de problemas, desde alergias y dolores de estómago hasta ansiedad y depresión. Con Hazel, los niños pueden obtener la atención que necesitan cuando la necesitan.

Obtenga más información en Hazel.co/how-hazel-works.

Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, trabaja con los distritos escolares y las familias para prestar servicios de salud física y mental a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en su casa. Sin costo alguno, e independientemente de la situación del seguro médico, los proveedores de Hazel pueden ayudar con todo tipo de problemas, desde alergias y dolores de estómago hasta ansiedad y depresión. Con Hazel, los niños pueden obtener la atención que necesitan cuando la necesitan.

Obtenga más información en Hazel.co/how-hazel-works.

Solicitar una demostración
¡Gracias! Recibimos su solicitud.
¡Ups! Se produjo un error al enviar el formulario.
¿Hazel está disponible en su distrito?

Consulte aquí si Hazel ya está disponible en su distrito.

Contenido relacionado