Cómo comprender el estrés de su hijo

¿Qué es el estrés? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo puede afectar nuestro cuerpo y nuestra mente?
5 minutos
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Fecha de actualización:
Publicado el
1 de abril de 2021

¿Qué es el estrés?

En pocas palabras, el estrés es lo que siente una persona cuando está preocupada o incómoda con algo. Los síntomas del estrés pueden ser físicos o emocionales.

¿Cuáles son las causas del estrés?

Los factores estresantes son los que provocan el estrés. Estos pueden ser externos (situaciones familiares, tareas escolares, amigos, enfermedades de otras personas) o internos (tener expectativas altas para uno mismo). Los factores estresantes pueden ser temporales, como llegar tarde a la escuela, o graves, como un desastre natural, una pérdida familiar o la violencia comunitaria. Es importante recordar que los factores estresantes varían de persona en persona. Lo que estresa a un niño puede no estresar a otro.


El estrés no siempre es malo

Los adultos y los niños pueden sentir estrés bueno y estrés malo. Ambos pueden afectar el cuerpo de forma física y emocional. Su hijo puede tener ciertos comportamientos al sentir cada tipo de estrés.

Estrés malo: Su hijo puede sentirse preocupado, enfadado, frustrado, asustado, malhumorado o temeroso, y si los sentimientos estresantes perduran con el tiempo o se vuelven intensos, pueden hacer que su cuerpo reaccione. Los episodios estresantes intensos o repentinos pueden provocar dolor de estómago, dolor de cabeza, tensión muscular, palpitaciones o aumento de la frecuencia respiratoria.

Si su hijo siente estrés sostenido o a largo plazo, puede mostrar síntomas como problemas para dormir, pesadillas, bruxismo, berrinches, sentimiento de depresión o conflictos en la escuela. El estrés malo también puede inducir a comer poco o de más y puede causar dificultad para prestar atención o que se vuelva olvidadizo.

Estrés bueno: ¿Alguna vez su hijo ha tenido que presentar un proyecto frente a su clase? ¿Dijo sentir mariposas en el estómago o tener las palmas sudorosas? Estos pueden ser signos de estrés bueno. Este tipo de estrés a veces ayuda a avanzar en las tareas. Por ejemplo, un poco de ansiedad o presión para completar un proyecto puede alentar a su hijo a estar mejor preparado con anticipación y a realizar su tarea. El estrés bueno puede ayudar a su hijo a desarrollar la resiliencia y a aprender a administrar su tiempo y sus compromisos.

Un estilo de vida ajetreado también puede provocar estrés. A veces, cuando su hijo tiene mucho que hacer, como múltiples actividades fuera de la escuela (clubes, deporte, tareas, trabajo), puede ser abrumador. Por otro lado, si hay cosas que le están molestando un poco a su hijo, una cantidad equilibrada de actividad puede ser relajante. Para evaluar qué tipo de estrés tiene su hijo, pregúntele si se siente abrumado por sus ocupaciones.

¿Cómo influye el estrés en los estados de ánimo?

La forma en que un niño lidia emocionalmente con el estrés puede depender de la edad, las experiencias, las circunstancias y la personalidad. Muchos niños se sienten ansiosos, preocupados o tristes cuando se encuentran en situaciones estresantes. Los niños también lidian con el estrés, en parte, según lo que observan en los adultos que los rodean. Cuando su familia se muestra tranquila y confiada durante períodos de mucho estrés, puede ser reconfortante para los niños y tener un impacto positivo en sus emociones. Es importante recordar que, en cada situación, no todos reaccionan de igual manera y las formas de sentirse pueden cambiar con el tiempo.

¿Cómo afecta el estrés al cuerpo?

Estos son algunos ejemplos típicos de factores estresantes y de reacciones del cuerpo ante el estrés:

  • Dolor de estómago: ¿Alguna vez su hijo dijo que tenía dolor de estómago antes de ir a la escuela o durante un examen?
  • Problemas para dormir: ¿Alguna vez su hijo tuvo problemas para dormir por no poder dejar de pensar en algo o por tener mucha tarea pendiente?
  • Dolor de cabeza: ¿Alguna vez su hijo estuvo tan preocupado por algo que le provocó un fuerte dolor de cabeza?
  • Nerviosismo: ¿Alguna vez su hijo sintió miedo de que no le vaya bien en un proyecto escolar y dijo que su corazón se aceleraba? ¿O se mordía las uñas?
  • Pérdida del apetito: ¿Alguna vez su hijo escuchó una discusión y después no tuvo ganas de comer?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a lidiar con el estrés?

Los niños suelen tener dificultades para lidiar con el estrés y pueden sentirse abrumados. Su familia puede tomar medidas para brindar estabilidad y apoyo que les ayude a los jóvenes a sentirse mejor. Puede usar los componentes de EDAD: Ejercicio, Diversión (ocio), Alimentación y Descanso para ayudar a su hijo a lidiar con el estrés de una manera saludable.

  • Descanso: Incentive a su hijo a dormir lo suficiente, apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse y respetar los horarios de sueño.
  • Ejercicio: Está comprobado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y puede ayudar a los niños a reducir los niveles de estrés y a desarrollar resiliencia emocional. Los niños deben estar físicamente activos durante 60 minutos todos los días. Pueden hacer ejercicio varias veces al día con incrementos de 5 a 10 minutos o jugar durante 30 a 60 minutos una o dos veces al día.
  • Diversión (ocio): Equilibrio entre la escuela y el juego.  
  • Alimentación: Ayude a su hijo a consumir comidas equilibradas y bocadillos saludables.

Una forma de reducir el estrés de forma individual y conjunta es practicar técnicas de atención plena. La mente y el cuerpo están muy conectados. Si puede ayudarle a su hijo a relajar su cuerpo, también relajará su mente. Puede enseñarle ejercicios de respiración profunda cuando se sienta muy estresado o ansioso. Por ejemplo, dígale que inhale profundo, contenga el aire durante 10 segundos y luego lo suelte lentamente. Otras formas de practicar la atención plena pueden ser escuchar juntos un podcast de meditación guiada o escribir un diario en el que cada miembro de su familia anote todos los días algo por lo que se sienta agradecido. Trate de encontrar algo que a su familia le guste hacer y háganlo al menos una vez al día.

Ahora que tiene un concepto básico de lo que es el estrés, las causas y algunos consejos elementales para controlarlo, puede comenzar a ayudar a su hijo con sus factores estresantes diarios.

¿Qué es el estrés?

En pocas palabras, el estrés es lo que siente una persona cuando está preocupada o incómoda con algo. Los síntomas del estrés pueden ser físicos o emocionales.

¿Cuáles son las causas del estrés?

Los factores estresantes son los que provocan el estrés. Estos pueden ser externos (situaciones familiares, tareas escolares, amigos, enfermedades de otras personas) o internos (tener expectativas altas para uno mismo). Los factores estresantes pueden ser temporales, como llegar tarde a la escuela, o graves, como un desastre natural, una pérdida familiar o la violencia comunitaria. Es importante recordar que los factores estresantes varían de persona en persona. Lo que estresa a un niño puede no estresar a otro.


El estrés no siempre es malo

Los adultos y los niños pueden sentir estrés bueno y estrés malo. Ambos pueden afectar el cuerpo de forma física y emocional. Su hijo puede tener ciertos comportamientos al sentir cada tipo de estrés.

Estrés malo: Su hijo puede sentirse preocupado, enfadado, frustrado, asustado, malhumorado o temeroso, y si los sentimientos estresantes perduran con el tiempo o se vuelven intensos, pueden hacer que su cuerpo reaccione. Los episodios estresantes intensos o repentinos pueden provocar dolor de estómago, dolor de cabeza, tensión muscular, palpitaciones o aumento de la frecuencia respiratoria.

Si su hijo siente estrés sostenido o a largo plazo, puede mostrar síntomas como problemas para dormir, pesadillas, bruxismo, berrinches, sentimiento de depresión o conflictos en la escuela. El estrés malo también puede inducir a comer poco o de más y puede causar dificultad para prestar atención o que se vuelva olvidadizo.

Estrés bueno: ¿Alguna vez su hijo ha tenido que presentar un proyecto frente a su clase? ¿Dijo sentir mariposas en el estómago o tener las palmas sudorosas? Estos pueden ser signos de estrés bueno. Este tipo de estrés a veces ayuda a avanzar en las tareas. Por ejemplo, un poco de ansiedad o presión para completar un proyecto puede alentar a su hijo a estar mejor preparado con anticipación y a realizar su tarea. El estrés bueno puede ayudar a su hijo a desarrollar la resiliencia y a aprender a administrar su tiempo y sus compromisos.

Un estilo de vida ajetreado también puede provocar estrés. A veces, cuando su hijo tiene mucho que hacer, como múltiples actividades fuera de la escuela (clubes, deporte, tareas, trabajo), puede ser abrumador. Por otro lado, si hay cosas que le están molestando un poco a su hijo, una cantidad equilibrada de actividad puede ser relajante. Para evaluar qué tipo de estrés tiene su hijo, pregúntele si se siente abrumado por sus ocupaciones.

¿Cómo influye el estrés en los estados de ánimo?

La forma en que un niño lidia emocionalmente con el estrés puede depender de la edad, las experiencias, las circunstancias y la personalidad. Muchos niños se sienten ansiosos, preocupados o tristes cuando se encuentran en situaciones estresantes. Los niños también lidian con el estrés, en parte, según lo que observan en los adultos que los rodean. Cuando su familia se muestra tranquila y confiada durante períodos de mucho estrés, puede ser reconfortante para los niños y tener un impacto positivo en sus emociones. Es importante recordar que, en cada situación, no todos reaccionan de igual manera y las formas de sentirse pueden cambiar con el tiempo.

¿Cómo afecta el estrés al cuerpo?

Estos son algunos ejemplos típicos de factores estresantes y de reacciones del cuerpo ante el estrés:

  • Dolor de estómago: ¿Alguna vez su hijo dijo que tenía dolor de estómago antes de ir a la escuela o durante un examen?
  • Problemas para dormir: ¿Alguna vez su hijo tuvo problemas para dormir por no poder dejar de pensar en algo o por tener mucha tarea pendiente?
  • Dolor de cabeza: ¿Alguna vez su hijo estuvo tan preocupado por algo que le provocó un fuerte dolor de cabeza?
  • Nerviosismo: ¿Alguna vez su hijo sintió miedo de que no le vaya bien en un proyecto escolar y dijo que su corazón se aceleraba? ¿O se mordía las uñas?
  • Pérdida del apetito: ¿Alguna vez su hijo escuchó una discusión y después no tuvo ganas de comer?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a lidiar con el estrés?

Los niños suelen tener dificultades para lidiar con el estrés y pueden sentirse abrumados. Su familia puede tomar medidas para brindar estabilidad y apoyo que les ayude a los jóvenes a sentirse mejor. Puede usar los componentes de EDAD: Ejercicio, Diversión (ocio), Alimentación y Descanso para ayudar a su hijo a lidiar con el estrés de una manera saludable.

  • Descanso: Incentive a su hijo a dormir lo suficiente, apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse y respetar los horarios de sueño.
  • Ejercicio: Está comprobado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y puede ayudar a los niños a reducir los niveles de estrés y a desarrollar resiliencia emocional. Los niños deben estar físicamente activos durante 60 minutos todos los días. Pueden hacer ejercicio varias veces al día con incrementos de 5 a 10 minutos o jugar durante 30 a 60 minutos una o dos veces al día.
  • Diversión (ocio): Equilibrio entre la escuela y el juego.  
  • Alimentación: Ayude a su hijo a consumir comidas equilibradas y bocadillos saludables.

Una forma de reducir el estrés de forma individual y conjunta es practicar técnicas de atención plena. La mente y el cuerpo están muy conectados. Si puede ayudarle a su hijo a relajar su cuerpo, también relajará su mente. Puede enseñarle ejercicios de respiración profunda cuando se sienta muy estresado o ansioso. Por ejemplo, dígale que inhale profundo, contenga el aire durante 10 segundos y luego lo suelte lentamente. Otras formas de practicar la atención plena pueden ser escuchar juntos un podcast de meditación guiada o escribir un diario en el que cada miembro de su familia anote todos los días algo por lo que se sienta agradecido. Trate de encontrar algo que a su familia le guste hacer y háganlo al menos una vez al día.

Ahora que tiene un concepto básico de lo que es el estrés, las causas y algunos consejos elementales para controlarlo, puede comenzar a ayudar a su hijo con sus factores estresantes diarios.

¿Qué es el estrés?

En pocas palabras, el estrés es lo que siente una persona cuando está preocupada o incómoda con algo. Los síntomas del estrés pueden ser físicos o emocionales.

¿Cuáles son las causas del estrés?

Los factores estresantes son los que provocan el estrés. Estos pueden ser externos (situaciones familiares, tareas escolares, amigos, enfermedades de otras personas) o internos (tener expectativas altas para uno mismo). Los factores estresantes pueden ser temporales, como llegar tarde a la escuela, o graves, como un desastre natural, una pérdida familiar o la violencia comunitaria. Es importante recordar que los factores estresantes varían de persona en persona. Lo que estresa a un niño puede no estresar a otro.


El estrés no siempre es malo

Los adultos y los niños pueden sentir estrés bueno y estrés malo. Ambos pueden afectar el cuerpo de forma física y emocional. Su hijo puede tener ciertos comportamientos al sentir cada tipo de estrés.

Estrés malo: Su hijo puede sentirse preocupado, enfadado, frustrado, asustado, malhumorado o temeroso, y si los sentimientos estresantes perduran con el tiempo o se vuelven intensos, pueden hacer que su cuerpo reaccione. Los episodios estresantes intensos o repentinos pueden provocar dolor de estómago, dolor de cabeza, tensión muscular, palpitaciones o aumento de la frecuencia respiratoria.

Si su hijo siente estrés sostenido o a largo plazo, puede mostrar síntomas como problemas para dormir, pesadillas, bruxismo, berrinches, sentimiento de depresión o conflictos en la escuela. El estrés malo también puede inducir a comer poco o de más y puede causar dificultad para prestar atención o que se vuelva olvidadizo.

Estrés bueno: ¿Alguna vez su hijo ha tenido que presentar un proyecto frente a su clase? ¿Dijo sentir mariposas en el estómago o tener las palmas sudorosas? Estos pueden ser signos de estrés bueno. Este tipo de estrés a veces ayuda a avanzar en las tareas. Por ejemplo, un poco de ansiedad o presión para completar un proyecto puede alentar a su hijo a estar mejor preparado con anticipación y a realizar su tarea. El estrés bueno puede ayudar a su hijo a desarrollar la resiliencia y a aprender a administrar su tiempo y sus compromisos.

Un estilo de vida ajetreado también puede provocar estrés. A veces, cuando su hijo tiene mucho que hacer, como múltiples actividades fuera de la escuela (clubes, deporte, tareas, trabajo), puede ser abrumador. Por otro lado, si hay cosas que le están molestando un poco a su hijo, una cantidad equilibrada de actividad puede ser relajante. Para evaluar qué tipo de estrés tiene su hijo, pregúntele si se siente abrumado por sus ocupaciones.

¿Cómo influye el estrés en los estados de ánimo?

La forma en que un niño lidia emocionalmente con el estrés puede depender de la edad, las experiencias, las circunstancias y la personalidad. Muchos niños se sienten ansiosos, preocupados o tristes cuando se encuentran en situaciones estresantes. Los niños también lidian con el estrés, en parte, según lo que observan en los adultos que los rodean. Cuando su familia se muestra tranquila y confiada durante períodos de mucho estrés, puede ser reconfortante para los niños y tener un impacto positivo en sus emociones. Es importante recordar que, en cada situación, no todos reaccionan de igual manera y las formas de sentirse pueden cambiar con el tiempo.

¿Cómo afecta el estrés al cuerpo?

Estos son algunos ejemplos típicos de factores estresantes y de reacciones del cuerpo ante el estrés:

  • Dolor de estómago: ¿Alguna vez su hijo dijo que tenía dolor de estómago antes de ir a la escuela o durante un examen?
  • Problemas para dormir: ¿Alguna vez su hijo tuvo problemas para dormir por no poder dejar de pensar en algo o por tener mucha tarea pendiente?
  • Dolor de cabeza: ¿Alguna vez su hijo estuvo tan preocupado por algo que le provocó un fuerte dolor de cabeza?
  • Nerviosismo: ¿Alguna vez su hijo sintió miedo de que no le vaya bien en un proyecto escolar y dijo que su corazón se aceleraba? ¿O se mordía las uñas?
  • Pérdida del apetito: ¿Alguna vez su hijo escuchó una discusión y después no tuvo ganas de comer?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a lidiar con el estrés?

Los niños suelen tener dificultades para lidiar con el estrés y pueden sentirse abrumados. Su familia puede tomar medidas para brindar estabilidad y apoyo que les ayude a los jóvenes a sentirse mejor. Puede usar los componentes de EDAD: Ejercicio, Diversión (ocio), Alimentación y Descanso para ayudar a su hijo a lidiar con el estrés de una manera saludable.

  • Descanso: Incentive a su hijo a dormir lo suficiente, apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse y respetar los horarios de sueño.
  • Ejercicio: Está comprobado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y puede ayudar a los niños a reducir los niveles de estrés y a desarrollar resiliencia emocional. Los niños deben estar físicamente activos durante 60 minutos todos los días. Pueden hacer ejercicio varias veces al día con incrementos de 5 a 10 minutos o jugar durante 30 a 60 minutos una o dos veces al día.
  • Diversión (ocio): Equilibrio entre la escuela y el juego.  
  • Alimentación: Ayude a su hijo a consumir comidas equilibradas y bocadillos saludables.

Una forma de reducir el estrés de forma individual y conjunta es practicar técnicas de atención plena. La mente y el cuerpo están muy conectados. Si puede ayudarle a su hijo a relajar su cuerpo, también relajará su mente. Puede enseñarle ejercicios de respiración profunda cuando se sienta muy estresado o ansioso. Por ejemplo, dígale que inhale profundo, contenga el aire durante 10 segundos y luego lo suelte lentamente. Otras formas de practicar la atención plena pueden ser escuchar juntos un podcast de meditación guiada o escribir un diario en el que cada miembro de su familia anote todos los días algo por lo que se sienta agradecido. Trate de encontrar algo que a su familia le guste hacer y háganlo al menos una vez al día.

Ahora que tiene un concepto básico de lo que es el estrés, las causas y algunos consejos elementales para controlarlo, puede comenzar a ayudar a su hijo con sus factores estresantes diarios.

¿Qué es el estrés?

En pocas palabras, el estrés es lo que siente una persona cuando está preocupada o incómoda con algo. Los síntomas del estrés pueden ser físicos o emocionales.

¿Cuáles son las causas del estrés?

Los factores estresantes son los que provocan el estrés. Estos pueden ser externos (situaciones familiares, tareas escolares, amigos, enfermedades de otras personas) o internos (tener expectativas altas para uno mismo). Los factores estresantes pueden ser temporales, como llegar tarde a la escuela, o graves, como un desastre natural, una pérdida familiar o la violencia comunitaria. Es importante recordar que los factores estresantes varían de persona en persona. Lo que estresa a un niño puede no estresar a otro.


El estrés no siempre es malo

Los adultos y los niños pueden sentir estrés bueno y estrés malo. Ambos pueden afectar el cuerpo de forma física y emocional. Su hijo puede tener ciertos comportamientos al sentir cada tipo de estrés.

Estrés malo: Su hijo puede sentirse preocupado, enfadado, frustrado, asustado, malhumorado o temeroso, y si los sentimientos estresantes perduran con el tiempo o se vuelven intensos, pueden hacer que su cuerpo reaccione. Los episodios estresantes intensos o repentinos pueden provocar dolor de estómago, dolor de cabeza, tensión muscular, palpitaciones o aumento de la frecuencia respiratoria.

Si su hijo siente estrés sostenido o a largo plazo, puede mostrar síntomas como problemas para dormir, pesadillas, bruxismo, berrinches, sentimiento de depresión o conflictos en la escuela. El estrés malo también puede inducir a comer poco o de más y puede causar dificultad para prestar atención o que se vuelva olvidadizo.

Estrés bueno: ¿Alguna vez su hijo ha tenido que presentar un proyecto frente a su clase? ¿Dijo sentir mariposas en el estómago o tener las palmas sudorosas? Estos pueden ser signos de estrés bueno. Este tipo de estrés a veces ayuda a avanzar en las tareas. Por ejemplo, un poco de ansiedad o presión para completar un proyecto puede alentar a su hijo a estar mejor preparado con anticipación y a realizar su tarea. El estrés bueno puede ayudar a su hijo a desarrollar la resiliencia y a aprender a administrar su tiempo y sus compromisos.

Un estilo de vida ajetreado también puede provocar estrés. A veces, cuando su hijo tiene mucho que hacer, como múltiples actividades fuera de la escuela (clubes, deporte, tareas, trabajo), puede ser abrumador. Por otro lado, si hay cosas que le están molestando un poco a su hijo, una cantidad equilibrada de actividad puede ser relajante. Para evaluar qué tipo de estrés tiene su hijo, pregúntele si se siente abrumado por sus ocupaciones.

¿Cómo influye el estrés en los estados de ánimo?

La forma en que un niño lidia emocionalmente con el estrés puede depender de la edad, las experiencias, las circunstancias y la personalidad. Muchos niños se sienten ansiosos, preocupados o tristes cuando se encuentran en situaciones estresantes. Los niños también lidian con el estrés, en parte, según lo que observan en los adultos que los rodean. Cuando su familia se muestra tranquila y confiada durante períodos de mucho estrés, puede ser reconfortante para los niños y tener un impacto positivo en sus emociones. Es importante recordar que, en cada situación, no todos reaccionan de igual manera y las formas de sentirse pueden cambiar con el tiempo.

¿Cómo afecta el estrés al cuerpo?

Estos son algunos ejemplos típicos de factores estresantes y de reacciones del cuerpo ante el estrés:

  • Dolor de estómago: ¿Alguna vez su hijo dijo que tenía dolor de estómago antes de ir a la escuela o durante un examen?
  • Problemas para dormir: ¿Alguna vez su hijo tuvo problemas para dormir por no poder dejar de pensar en algo o por tener mucha tarea pendiente?
  • Dolor de cabeza: ¿Alguna vez su hijo estuvo tan preocupado por algo que le provocó un fuerte dolor de cabeza?
  • Nerviosismo: ¿Alguna vez su hijo sintió miedo de que no le vaya bien en un proyecto escolar y dijo que su corazón se aceleraba? ¿O se mordía las uñas?
  • Pérdida del apetito: ¿Alguna vez su hijo escuchó una discusión y después no tuvo ganas de comer?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a lidiar con el estrés?

Los niños suelen tener dificultades para lidiar con el estrés y pueden sentirse abrumados. Su familia puede tomar medidas para brindar estabilidad y apoyo que les ayude a los jóvenes a sentirse mejor. Puede usar los componentes de EDAD: Ejercicio, Diversión (ocio), Alimentación y Descanso para ayudar a su hijo a lidiar con el estrés de una manera saludable.

  • Descanso: Incentive a su hijo a dormir lo suficiente, apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse y respetar los horarios de sueño.
  • Ejercicio: Está comprobado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y puede ayudar a los niños a reducir los niveles de estrés y a desarrollar resiliencia emocional. Los niños deben estar físicamente activos durante 60 minutos todos los días. Pueden hacer ejercicio varias veces al día con incrementos de 5 a 10 minutos o jugar durante 30 a 60 minutos una o dos veces al día.
  • Diversión (ocio): Equilibrio entre la escuela y el juego.  
  • Alimentación: Ayude a su hijo a consumir comidas equilibradas y bocadillos saludables.

Una forma de reducir el estrés de forma individual y conjunta es practicar técnicas de atención plena. La mente y el cuerpo están muy conectados. Si puede ayudarle a su hijo a relajar su cuerpo, también relajará su mente. Puede enseñarle ejercicios de respiración profunda cuando se sienta muy estresado o ansioso. Por ejemplo, dígale que inhale profundo, contenga el aire durante 10 segundos y luego lo suelte lentamente. Otras formas de practicar la atención plena pueden ser escuchar juntos un podcast de meditación guiada o escribir un diario en el que cada miembro de su familia anote todos los días algo por lo que se sienta agradecido. Trate de encontrar algo que a su familia le guste hacer y háganlo al menos una vez al día.

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Acerca de Hazel

Hazel Health, el líder en telesalud en las escuelas, se asocia con los distritos escolares para prestar servicios de salud mental y física a estudiantes de K-12 donde se encuentren: en la escuela o en el hogar. Los diversos proveedores interculturales de Hazel se especializan en los desafíos de salud de los niños y adolescentes y se asocian con los padres y el personal de la escuela para tomar las mejores decisiones relativas a la atención de los estudiantes. Hazel se compromete a mejorar la equidad en atención sanitaria y está disponible independientemente de los ingresos familiares, la geografía, la situación del seguro o la posibilidad de pagar. La misión de Hazel es transformar el acceso de los niños a la atención médica, porque cuando los estudiantes se sienten mejor, aprenden mejor.

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Obtenga más información en Hazel.co/how-hazel-works.

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