Este blog fue informado por una conversación con el Dr. Arash Anoshiravani. El Dr. Anoshiravani es pediatra y especialista en medicina para adolescentes de la Stanford School of Medicine y del Lucile Packard Children's Hospital Stanford.
Cuando los niños están tristes o preocupados por algo, pueden tener miedo de hablar acerca de sus emociones con sus padres. Puede ayudar a su hijo a sentirse más cómodo cuando expresa sus sentimientos mediante la escucha comprensiva. Siga estos pasos para ayudar a su hijo a sentirse seguro, apoyado y comprendido durante las conversaciones importantes.
Escuche atentamente lo que dice su hijo
Escuche lo que su hijo tiene para decir. Demuestre que la conversación es importante para usted guardando su teléfono, apagando la televisión y mirando a su hijo a los ojos (contacto visual). Preste atención a lo que se conversa. Cuando un joven siente que lo escuchan, se liberan de una enorme carga emocional y psicológica. Escuchar a su hijo es muy importante para fortalecer el vínculo.
Es importante practicar el escuchar con atención. Escuchar atentamente significa hacer un esfuerzo consciente para escuchar y comprender lo que se dice. Escuchar atentamente significa estar en sintonía con los pensamientos y sentimientos de su hijo.
Consejo: Haga preguntas abiertas
Algunos jóvenes pueden sentirse nerviosos si se les hacen preguntas específicas sobre su conducta. En lugar de eso, simplemente pregúntele cómo está y deje que le cuente lo que le pasa. Le comentará lo que le resulte cómodo compartir, y, muchas veces, la conversación lo llevará a abrirse naturalmente.
Si le preocupa que haya un problema, pero su hijo no lo menciona, puede decir: "Están pasando muchas cosas en el mundo ahora mismo, y hay mucha gente que está preocupada, ¿a ti también te pasa?". Lo mejor es que use expresiones objetivas para conversar, para que no sienta que espera una respuesta concreta.
Consejo: Respete los límites de su hijo
Si su hijo no se siente listo para hablar, respételo y dígale que usted está para escucharlo si en algún momento necesita ayuda. Esto puede abrir la puerta para una futura conversación, a la vez que demuestra que cuenta con su respeto y su confianza.
Asegúrese de que su hijo sepa que no está solo
A veces un niño solo necesita saber que muchas personas se sienten de la misma forma. Dígale que no es la única persona que se pone nervioso antes de una presentación en clase. No es la única persona que se preocupa por el mundo. A veces, escuchar que muchas personas se sienten así, incluso los adultos, les quita una gran carga a los niños porque no se sienten tan extraños o solos.
Plantee la situación desde otra perspectiva
Lo último, además de escuchar y educar, es plantear la situación desde otra perspectiva. Es útil que los jóvenes comprendan que hay muchas perspectivas diferentes para cualquier situación. Puede ayudar a su hijo a entender por qué una persona actúa de determinada manera con él. Puede decir: "¿Puede ser que tu profesor sea estricto porque quiere que aprendas? ¿Quizá tu hermano mayor te delató para protegerte? ¿Podría ser que su comportamiento sea por amor?" A menudo, ayudar a un niño a entender una situación de forma ligeramente diferente puede ayudarlo a sentirse de otra manera y a comportarse de otra manera.
Recuerde que puede ser difícil que los niños se abran, pero contar con el apoyo de un adulto cariñoso y respetuoso dispuesto a pensar en las cosas con ellos es de gran ayuda. La relación entre padres e hijos conlleva muchas emociones por ambas partes, por lo que puede ser igual de difícil para los padres hablar de algunos sentimientos con sus hijos. Si le cuesta hablar de sus sentimientos, su pediatra puede brindarle ayuda para que pueda hablar con su hijo.